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Calla pero niega ser un violador

El acusado guardó silencio durante el juicio celebrado ayer en la sección quinta de la Audiencia.
photo_camera El acusado guardó silencio durante el juicio celebrado ayer en la sección quinta de la Audiencia.
Un acusado que no declara, una víctima que lo hace a puerta cerrada, una amiga de ella que contradice su versión y los restos que confirman una relación sexual, las  pruebas  aportadas en un juicio por la violación de una joven ebria

Siete años y cinco meses de cárcel es a lo que se enfrenta  un acusado de violar a una joven en Vigo aprovechándose del estado de embriaguez de la mujer. Ayer, la sección quinta de la Audiencia celebró el juicio que, pese a abordar un asunto especialmente grave por los hechos y por la pena que se solicita, apenas aportó testimonios.

El hombre que se sentó en el banquillo no quiso contestar a las preguntas de la Fiscalía ni de la acusación particular, dijo que se “abstenía” de hacerlo y, aunque se mostró dispuesto a  responder a su abogado éste no hizo cuestión alguna.

No obstante, la defensa, según dijo en sala, se muestra disconforme con los hechos  lo que significaría que pese al silencio niega la violación.

La declaración de la víctima, principal prueba de cargo, se realizó a puerta cerrada y bajo biombo.  Su relato ratificaría lo expuesto en el escrito fiscal, que en la madrugada del 3 de febrero, después de haber ingerido grandes cantidades de alcohol en una discoteca, en la que se encontraba el acusado, observándola. Éste, a través de una conocida, se ofreció a llevarla a casa en coche. Una vez en el interior del vehículo, desde el asiento del conductor se abalanzó sobre la víctima, de 19 años, que estaba en la parte de atrás del coche y la forzó a mantener relaciones sexuales aunque ella no quería e intentaba quitárselo de encima.
En sala, pese a que aquella noche ambos estuvieron en el mismo local, donde había varias personas, sólo fue citada a declarar una amiga de ella y conocida de él. Su relato no corroboraría el incidente. Aseguró que esa noche ella estaba  bebida y que bailaba muy “exagerada, como siempre, llamando la atención”. También dijo que fue ella quien le pidió al acusado que la llevara a casa y no al revés. “Él regresó a los cinco minutos y me extrañé porque la casa estaba lejos, entonces él me dijo que como había bebido mucho al final la dejó en un taxi” afirmó. Declaró también que la denunciante había discutido con su pareja y que por eso se iba  a casa. “El novio me llamó después de forma prepotente para decir que me iba a denunciar y yo no había hecho nada”. Este nuevo relato no fue corroborado en juicio, al no declarar el acusado, ni el novio de la víctima, ni el resto de personas que estaban esa noche en el bar. Tampoco  acudieron ante el tribunal policías por lo que se desconoce si se llegó a inspeccionar el vehículo del procesado. Sí testificaron las forenses para ratificar el grado alto de alcohol que presentaba la joven y los restos de semen que tenía del acusado.n

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