VIGO

Cafeterías y restaurantes preparan su regreso con reformas y cautela

Un obrero realizando ayer obras en la cafetería Van Gogh, en la calle Rosalía de Castro.
photo_camera Un obrero realizando ayer obras en la cafetería Van Gogh, en la calle Rosalía de Castro.
Las hostelería apura reformas para tener todo listo el lunes y poder abrir en interiores pero sin barra. Un elevado número de locales esperará a la fase tres, el 8 de junio, si se cumple la desescalada. El Concello ya recibió 375 solicitudes para la renovación y ampliación de terrazas, que ganan espacio para garantizar la distancia social 

 El avance a la “fase dos” de la desescalada, con la posibilidad de dar servicio en el interior de los locales, se vive de forma desigual entre los propietarios de bares y restaurantes de Vigo. La hostelería prepara con cautela sus locales, ultimando reformas iniciadas durante los últimos meses de paralización de la actividad para adecuarse a las restrictivas medidas bajo las que operará el sector durante los próximos meses. Habrá que esperar a mañana para conocer si finalmente Vigo y provincia avanzan a partir del lunes hacia la nueva fase, pero muchos hosteleros ya advierten que su regreso no se producirá hasta junio, en el tercer nivel de la desescalada.
“Después de 30 años al pie del cañón, tuvo que llegar el coronavirus para cerrar”, comenta Antonio González, propietario de Luces de Bohemia, ubicado en la calle Colón. Desde hace varias semanas el local permanece con la verja a media altura con un equipo de obreros realizando toda una serie de reformas para que el establecimiento abra sus puertas a partir de la “fase tres”, como indica Antonio. “Volvemos el día 8 de junio, por ahora descartamos la idea por no tener una terraza muy amplia y no poder atender en la barra”, señala el gerente.
En el otro lado de la balanza se encuentra Carlos Ortiz, propietario del Asador Argentino El Mapuche, en Rosalía de Castro. Este restaurante abrió en la “fase uno” con su terraza ampliada y si se permite la atención de los clientes en el interior, lo harán desde el martes con todas las medidas necesarias: “Hay una gran inversión para reabrir, hicimos cambios en la carta, reducimos el aforo de 70 a 30 personas dentro del local y tanto el servicio de cubertería como el pan, se entregarán a los clientes en paquetes sellados”, comenta Ortiz. 
Otro hostelero que realiza los últimos preparativos para reabrir el martes es Óscar Cidanes, del Restaurante Detapaencepa, en la calle Ecuador: “Estamos terminando las obras para acondicionar el local. Tenemos ganas de volver y ya plantemos dos turnos para poder ser rentables y tener entre un 60-70% de la clientela habitual”, indica. 

ANTONIO GONZÁLEZ (LUCES DE BOHEMIA)
“APROVECHAMOS EL PARÓN PARA HACER OBRAS, PERO SIN EL SERVICIO EN BARRA ESPERAREMOS AL 8 DE JUNIO”

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La pandemia fue la única razón por la que Antonio González se vio obligado a cerrar Luces de Bohemia en los últimos 30 años. “Aprovechamos el parón para hacer reformas, cambios en los baños, pintar y trabajos de carpintería. No abrimos en la ‘fase dos’ por no tener servicio en barra, que es muy importante para nosotros, por lo que regresaremos el lunes 8 de junio”, indicó Antonio. En la reapertura, Luces de Bohemia contará con una máquina de ozono, mayor separación de mobiliario en el interior y seis mesas en terraza. 

CARLOS ORTIZ (ASADOR ARGENTINO EL MAPUCHE)
“PARA LA REAPERTURA INVERTIMOS UNOS 3.000 EUROS Y TENEMOS TODO LISTO PARA PASAR A LA NUEVA FASE”

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 Carlos Ortiz, propietario del Asador Argentino El Mapuche, ya tiene todo preparado para avanzar a “fase dos” si mañana lo confirman las autoridades sanitarias: “Hicimos una inversión de 3.000 euros para reabrir el local y si el viernes se confirma el cambio de fase, el lunes terminaremos de colocar todo para dar servicio el martes”, reconoce Carlos. La reducción de aforo en el interior del local obliga a pasar de 70 a 30 comensales en sala, entregando cubertería, servilletas y pan en el interior de sobres precintados. 

NACHO LÓPEZ (RESTAURANTE LA MARTINESA)
“EL REGRESO ES UN GRAN RETO Y ESTAMOS ESTUDIANDO TODO QUE SEA EN LAS PRÓXIMAS DOS O TRES SEMANAS”

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 Nacho López es el gerente del restaurante La Martinesa, establecimiento situado en la calle Canceleiro: “Estamos realizando mejoras para el momento de la reapertura. El regreso es un gran reto para nosotros y para toda la hostelería en general, pero en unas dos o tres semanas es posible que vuelva La Martinesa”, comenta Nacho. Entre los cambios que acogerá este restaurante, su propietario adelanta que se eliminarán las cartas físicas para sustituirlas por un portal digital sobre el que realizar cada pedido, habrá dos turnos de comidas en sala y descartan la instalación, por el momento de mamparas: “Todavía lo vemos como algo muy impersonal y no se sabe su efectividad, lo iremos viendo”. 

EZEQUIEL MERA (HELADA MADRINA)
“LA REAPERTURA ME HACE DUDAR POR LO DE FIJAR ESPACIOS EN SALA”

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El propietario de Helada Madrina, local en Rosalía de Castro, Ezequiel Mera mantuvo su actividad en las últimas semanas gracias a la entrega de pedidos y también a la venta de helado artesano bajo cita previa. “Dudo sobre la reapertura en el interior del local por lo de fijar espacios de separación en sala. Se puede convertir en algo incómodo y me lo plantearé en cuanto el ambiente se tranquilice”, asegura Mera. El dueño de Helada Madrina confía en poder mantener sus servicios como hasta el momento, centrado en la venta de pizzas y helados que hace él mismo: “No tengo clara la fecha para recuperar el servicio en mesa en el interior del local”, añade. 

ÓSCAR CIDANES (RESTAURANTE DETAPAENCEPA)
“DESDE EL MARTES VOLVEMOS NUEVE PERSONAS A JORNADA COMPLETA”

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 En el restaurante Detapaencepa, en la calle Ecuador, están realmente entusiasmados por el regreso: “Tenemos ganas de ver por nosotros mismos cómo viene la gente, no solo por lo que nos comentan desde otros locales que ya abrieron”, reconoce su propietario Óscar Cidanes. En Detapaencepa apuran los últimos días con obras para acondicionar los dos pisos del local, una característica que agradece Cidanes ante la reducción de aforo: “Fijaremos dos turnos en las comidas para que sea rentable y con las dos alturas podríamos llegar al 60 o 70 por ciento de la clientela habitual a pesar de tener menos aforo”, apunta el gerente. La vuelta a la actividad en Detapaencepa contará con nueve personas trabajando a jornada completa y nuevas medidas de seguridad para evitar contagios: desde una alfombra desinfectante en la entrada, cambios en la recepción de los comensales, dispensadores de hidrogel en lavabos y entrada o la impresión de la carta en los manteles individuales. 

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