Carlos Segarra (Barcelona, 1961) es el líder de Los Rebeldes, una de las bandas insignia del rock & roll nacional. El primer sábado de junio toca con el grupo en la sala Rouge, concierto del que habló para los lectores de Atlántico.
Esta actuación es motivo de doble celebración: el 40 aniversario de Los Rebeldes y la presentación de un nuevo disco, “Rock ola Blues”.
Lo hacemos a la vez porque no es cuestión de repetir el mismo formato en poco tiempo. Cada dos años y medio sacamos material nuevo, por lo que vamos a tocar un repertorio de todas las épocas.
Pese a tener una trayectoria tan larga y prolífica, ¿cómo se lleva que aunque pasen los años sigan pidiendo temas como “Meditarráneo”?
Yo soy muy fan de los Rolling y si en un concierto no tocasen “Satisfaction” no me gustaría. Los seguidores tienen derecho a querer escuchar las canciones que forman parte de su vida. Es un placer que disfruten con nuestros temas.
¿Cómo suena lo último de Los Rebeldes?
“Rock ola Blues” tiene estilísticamente más aspectos. Aparece la influencia de la música que nos gusta: Blues, swing, rockabilly...
Varias de estas canciones tienen un carácter autobiográfico. ¿Es más fácil escribir de uno mismo?
Para un compositor es un reto enfrentarse a un folio en blanco, es muy duro. Son ideas que me vienen a la cabeza. “El chico de la guitarra” habla sobre cuando tenía 16 años y tocaba en locales con acceso restringido a mayores de 18. Eran otros tiempos. El disco sigue una ola generacional.
Después de cuatro décadas, ¿qué queda de rockabilly en el grupo?
Al cabo de cinco años tocando ya habíamos dado el salto a un rock más negro, con toques de jazz. No solo nos veíamos con rockabilly, nos veíamos como rockeros.
En este tiempo, ¿cómo ha cambiado el mundo de la música?
Gracias a las redes sociales, las bandas tienen más posibilidades de darse a conocer. Pero sigue siendo complicado, solo de rock en general el panorama está lleno de grupos buenísimos y es complicado hacer llegar su mensaje al público.
¿Los formatos físicos pierden fuelle ante los directos?
Antes se vendían discos como objetos de deseo, fetiches, donde la portada, las letras y las fotos acompañaban a las canciones. Ahora hasta se está recuperando el vinilo, donde el disco es algo más que música.
