En concreto, a él el fiscal le acusaba de haber insultado y agredido en varias ocasiones a la que fuera su pareja sentimental durante los siete años de convivencia. Dichas agresiones, tal y como se relata en el escrito de acusación consistieron en bofetadas, puñetazos e intimidaciones e incluso cuando ella se quedó embarazada.
El episodio por el que ella acabó acusada y por el que se le pedían inicialmente hasta 80 días en trabajos comunitarios o siete meses y 15 días de prisión, se produjo cuando se terminó la convivencia en 2018.
La Fiscalía recogía en su escrito inicial cómo en septiembre de 2018 el acusado en el curso de una discusión con ella en la vivienda común, la insultó diciéndole, “vaga, mala madre” y entonces ella, le dio una bofetada en la cara que le llevó a que su pareja le agarrara fuertemente del cuello, la levantara del suelo y la tirara sobre la mesa de la cocina cayéndose al suelo, donde siguió agarrándola de nuevo del cuello.
Según el relato de los hechos que hizo la acusación pública, la pareja comenzó la relación en 2011 y estuvieron en varios domicilios en Redondela y también fuera de Galicia. Fue al marcharse cuando, dice el fiscal, comenzaron las humillaciones e insultos, “vaga, hija de puta, cabrona, vaca” y las agresiones.
“El acusado mantenía en la vivienda un clima de temor, sometimiento y miedo, que impedía a la mujer denunciar durante todo ese tiempo”, relata el fiscal que también acusó a la mujer por propinar en una ocasión una bofetada.
El juicio se dirimió finalmente con un acuerdo de conformidad celebrado ayer en el juzgado de lo Penal 2 de Vigo.n
