Así cambió el turismo en Vigo en el verano 2023: locales llenos, pero con nuevos hábitos

Las terrazas de la Plaza de la Constitución lucieron al completo la mayor parte del verano.
photo_camera Las terrazas de la Plaza de la Constitución lucieron al completo la mayor parte del verano.
El turismo dejó mucho movimiento en bares y restaurantes de la ciudad, que cerraron una buena campaña a pesar de la elevada inflación que redujo el consumo de los clientes y aumentó los gastos de los establecimientos

El verano dejó buen sabor de boca en la hostelería de Vigo especialmente en cuanto al movimiento de visitantes en la ciudad, aunque la compleja situación económica provocada por la inflación no siempre permitió traducir la llegada de turistas en una mayor facturación.

“El verano fue bueno, estuvo muy animado y trabajamos bien, además de los clientes del barrio también hemos tenido mucho turista que visitó la ciudad”, asegura Luis Pérez, desde la tapería El Grillo.

Unas sensaciones positivas que también se dieron en otros establecimientos, como la cafetería The Black Coffee, donde su camarera Ana afirma que “hubo mucho movimiento este verano”, en su caso especialmente durante el puente de agosto. “Además de los clientes del barrio hemos notado que hubo bastante gente de fuera por aquí durante los últimos meses, más o menos como el año pasado, pero ha sido un buen verano”, añade Ana.

Edgar, del restaurante Leyenda, también afirma que “hubo movimiento, mucha gente del barrio que era cliente habitual se fue, pero, por otro lado, vino bastante gente de fuera y hubo mucho turista”. Un balance de una temporada que dejó buenas sensaciones en el sector, que ve más normalidad a medida que queda atrás la época del covid. “Se va normalizando la situación, aunque sigue sin ser lo que era, y creo que nunca volverá a serlo porque hemos cambiado bastante nuestra forma de ser, pero se ha recuperado el movimiento”, afirma Edgar.

A pesar de todo, la elevada inflación trajo nuevas dificultades para el sector, que vivió un encarecimiento de los costes a la vez que los clientes cambiaron sus hábitos a la hora de consumir. “Ni podemos comprar las mismas cantidades que comprábamos antes ni la gente come de la misma manera, piden más cosas para compartir, más de picoteo entre varios”, explica Edgar. Por su parte, desde la tapería El Grillo, Luis Pérez asegura que “a pesar de la situación compleja por los precios estamos contentos” y adelanta que esperan seguir “en buena línea” durante este mes de septiembre.

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