Bomberos Afouteza y Galiclown realizan un calendario conjunto en el hospital Álvaro Cunqueiro con niños y mayores ingresados
Pocas sensaciones existen en el mundo mejor que la sonrisa de un niño. O el agradecimiento de aquel que lo está pasando mal. Las actuaciones totalmente altruistas mueven el mundo y dejan historias emocionantes, así como uniones que no deberían separarse nunca. Como la surgida entre Bomberos Afouteza y Galiclown. Bomberos y payasos. Al parecer, no tienen nada en común, salvo su bondad para ayudar a los más desfavorecidos en Vigo. Este año han querido organizar un calendario conjunto para financiar sus actuaciones y, de paso, hacer reír un poco a los niños ingresados en el hospital Álvaro Cunqueiro.
David Campos, promotor de la asociación solidaria por parte de bomberos de Vigo y su área, aseguró que la realización del calendario es una iniciativa “que llevamos tres años haciéndola y para 2024 nos pareció muy buena idea hacer algo con Galiclown”. Ambas organizaciones cuentan con pocos recursos y sin ánimo de lucro (todos son voluntarios). Campos indicó que actualmente son unos “70 bomberos” que actúan en iniciativas solidarias. La más llamativa es acudir un viernes de cada mes al hospital para dar ánimos a los más pequeños que se encuentran tanto en planta como en UCI: “Al principio flipan un poco con los trajes, pero luego se acercan y nos preguntan muchas cosas, juegan con el casco…les haces sonreír. Y eso nosotros también lo agradecemos, porque así podemos ver la realidad de la vida, y lo hacemos con mucha ilusión”. Cada vez que acuden lo hacen en su tiempo libre “y se suma gente. Lo pongo en el grupo y se apuntan con muchas ganas”.
Su ámbito de solidaridad no se queda solo en los más pequeños. También se amplía a los desfavorecidos. Los que tienen una mala racha en su vida y no pueden hacer frente a las adversidades. “El otro día ayudamos a una joven que sufre de fibromialgia. Le pagamos entre todos la factura de luz, la basura y le hicimos una compra de aproximadamente 150 euros con cosas básicas de alimentación", señaló Campos, que no esconde que, actividades como esta de forma puntual y especial, son pagadas del bolsillo de todos los integrantes de Bomberos Afouteza: “A veces me dicen de casos graves e intentamos hacer un bote para ayudar a pagar una factura o a comprar un calefactor en invierno. Ayudamos lo que podamos”. Lamentablemente, la solidaridad es infinita pero los recursos, no. “Tan solo pagamos 12 euros al año de cuota, más lo que conseguimos con la venta de camisetas y tazas. Nuestros recursos son muy limitados y todo lo que tenemos se invierte en ayudar a la gente” dijo el bombero vigués. Una conexión solidaria que no funcionaría si la otra mitad fallase. Un mecanismo de cooperación que tan intrínseco se encuentra en el alma de los bomberos, siempre trabajando como una piña. Algo que, en un sentido totalmente distinto, también tienen los payasos.
Javier Argüelles, de Galiclown, indicó que el calendario “estará para su venta en aproximadamente una semana a un precio de 10 euros”. Una unión que se dio entre visita y visita al hospital vigués: “Nosotros vamos dos veces por semana y alguna vez teníamos coincidido con ellos. Nos pareció muy buena idea hacer el calendario conjunto y fuimos adelante con la idea”. Pese a las diferencias entre ambos personajes, “tenemos muy buena relación. Hay que ser realista y valorar el trabajo que realizan los bomberos, por eso la sociedad le tiene mucho cariño y eso se nota”.
Galiclown es la única asociación como tal de payasos solidarios en Galicia. “Existe alguna entidad, pero asociación como tal somos nosotros los únicos", afirmó Argüelles. Durante la mañana que realizaron el calendario “fue muy divertido, pero tuvimos alguna limitación porque fue entre semana y nosotros somos todos voluntarios, entonces solo acudimos cinco de los más de 20 que somos”. La imagen terrorífica y asustadiza del payaso para los más pequeños, esta vez, no se corresponde porque “no acudimos pintados ni con vestimentas extrovertidas”. Sí, en cambio, visten con una bata blanca que le acredita como “doctores en risología”, una actitud que ayuda a los médicos de verdad a realizar sus tareas como vacunar o poner una vía a un infante: “Así dejan de asociar una bata blanca al dolor. Los sanitarios nos felicitan porque cuando estamos nosotros nos dicen que su labor es más sencilla”.
Parece sencillo actuar como un payaso pero, en realidad, no lo es. Menos si visitas a niños enfermos, tanto en planta como en la UCI: “Tenemos una formación previa, con anterioridad. No podemos entrar así como así en un hospital y hacer reír a los que están allí”. Luego, su presencia “no puede entorpecer a los médicos. Ellos están en su lugar de trabajo, en un lugar donde se realizan operaciones y la gente necesita descansar”.
Bomberos y payasos. Una combinación curiosa unidos por un simple cometido: Hacer reír ante las adversidades de la vida. Ya sean a pequeños y a mayores. Y es que sonreír debería ser obligatorio para todos los días del calendario.