Una vecina de Vigo admite haber intentado matar a la novia de su ex simulando un suicidio
nnn María del Mar M.B., de 55 años, fue condenada ayer a cinco años y medio de cárcel por un intento de asesinato con alevosía. En una vista por conformidad, celebrada en la sección quinta de la Audiencia en Vigo, la acusada asumió la pena y los hechos que le llevaron al banquillo: haber tratado de matar a la novia de su exmarido simulando un suicidio. El acuerdo alcanzado redujo dos años la pena de prisión que solicitaba el fiscal, aplicándole la atenuante de reparación del daño tras haber consignado casi 17.000 de los 45.000 euros que deberá pagar a la víctima. “Sin duda, pagaré”, dijo la acusada.
Todo ocurrió en la madrugada del 1 de julio de 2019. Esa noche, María del Mar se dispuso a poner en práctica el que iba a ser el ‘crimen perfecto’. Separada hacía cuatro años pero sin firmar papeles, se había enterado de que su exmarido tenía una nueva relación meses atrás. Sabía dónde vivía esta mujer a la que había seguido en varias ocasiones así que se introdujo en el portal del edificio en el que residía en Martínez Garrido y la esperó escondida hasta que llegara a casa. Llevaba un cuchillo de cocina de 19 centímetros, guantes de látex y un blíster de sedantes.
Un cuarto de hora después, la novia de su exmarido salía del ascensor. En el momento en el que metía las llaves de su casa en la cerradura, la acusada la sorprendió por la espalda y ambas entraron a la vivienda. Una vez allí, con los guantes puestos y exhibiendo el cuchillo, le exigió que le entregara las llaves y el móvil. Después le ordenó que cogiera un vaso de agua y que fuera al baño. Abrió el grifo para llenar la bañera, mientras obligaba a la otra mujer a tomarse el blíster de somníferos y a que se desnudara. La situación se complicó porque hubo resistencia. La víctima forcejeó, se colocó las pastillas bajo la lengua para no tragarlas y pidió auxilio cuando la agresora le clavó un cuchillo en el muslo. Sus gritos fueron escuchados por una vecina, que al avisar a la Policía tiró por tierra el macabro plan, logrando liberar a la mujer herida, que se recuperó de la lesión por arma blanca, y detener a su atacante.n
Todo ocurrió en la madrugada del 1 de julio de 2019. Esa noche, María del Mar se dispuso a poner en práctica el que iba a ser el ‘crimen perfecto’. Separada hacía cuatro años pero sin firmar papeles, se había enterado de que su exmarido tenía una nueva relación meses atrás. Sabía dónde vivía esta mujer a la que había seguido en varias ocasiones así que se introdujo en el portal del edificio en el que residía en Martínez Garrido y la esperó escondida hasta que llegara a casa. Llevaba un cuchillo de cocina de 19 centímetros, guantes de látex y un blíster de sedantes.
Un cuarto de hora después, la novia de su exmarido salía del ascensor. En el momento en el que metía las llaves de su casa en la cerradura, la acusada la sorprendió por la espalda y ambas entraron a la vivienda. Una vez allí, con los guantes puestos y exhibiendo el cuchillo, le exigió que le entregara las llaves y el móvil. Después le ordenó que cogiera un vaso de agua y que fuera al baño. Abrió el grifo para llenar la bañera, mientras obligaba a la otra mujer a tomarse el blíster de somníferos y a que se desnudara. La situación se complicó porque hubo resistencia. La víctima forcejeó, se colocó las pastillas bajo la lengua para no tragarlas y pidió auxilio cuando la agresora le clavó un cuchillo en el muslo. Sus gritos fueron escuchados por una vecina, que al avisar a la Policía tiró por tierra el macabro plan, logrando liberar a la mujer herida, que se recuperó de la lesión por arma blanca, y detener a su atacante.n
