Adquirir en propiedad una casa de protección oficial ha dejado de ser la opción mayoritaria, que ahora es el arrendamiento. La lista de espera para la compra es de mil personas, cuando antes de la crisis era de 8.000, mientras más de 3.000 vigueses esperan para alquilar una vivienda social. En Vigo hubo casi 5.000 desahucios con la crisis
n n n La adquisición de una vivienda de protección oficial en Vigo ha dejado de ser una opción mayoritaria frente al alquiler. Si en 2006 fueron más de 8.000 las personas que querían hacerse con las primeras 343 viviendas de Navia, en la actualidad la cifra de inscritos en el Registro de Demandantes del Instituto Galego de Vivenda e Solo para adquirir un inmueble de estas características apenas llega al millar. La demanda se centra en el arrendamiento, una opción con una lista de espera entorno a los 3.000.
La reducción de demanda para adquisición de viviendas sociales se fue incrementando el interés por el arrendamiento a lo largo de los diez años que han pasado desde que se inició la crisis económica.
El descenso de la oferta, las dificultades para acceder a la compra aún siendo a precios más económicos y el aumento de ayudas para alquiler han influido directamente en el cambio de tendencia. La situación económica hizo que en Vigo llegaran a despuntar las subastas de viviendas protegidas y al mismo tiempo se incrementaba la demanda de alquiler privado con un aumento de precios que ha derivado en la llamada ‘burbuja del alquiler’.
La situación hizo caer la demanda de solicitudes hasta un 30% anual llegando a pasar de los 5.100 inscritos en 2015 a los 3.716 demayo de este año. No obstante, las cifras oscilan y la última de septiembre apuntaría un repunte al situar la lista de demandantes en 4.200.
Las previsiones de nuevas viviendas en la ciudad por parte de la Xunta suman 62 destinadas al alquiler, 36 en Ramón Nieto y otras 26 en la calle Chantadas, un número muy pequeño para dar salida a los cerca de 3.000 en lista de espera. El gran proyecto se sitúa en Navia, donde se prevé levantar 1.600 viviendas de construcción nueva.
A ese número hay que añadir las adjudicaciones de inmuebles rehabilitados por el Consorcio del Casco Vello y la futura rehabilitación del Barrio del Cura, que prevé reservar un 30% a viviendas sociales.n
