Una investigación del yacimiento de Areal halla que las primeras cepas eran romanas
nnnLas semillas más antiguas de la variedad que evolucionó hasta el albariño actual acaban de ser identificadas, procedentes del yacimiento del Areal, en Vigo, según una investigación publicada en la “ Australian Journal of Grape and Wine Research” donde participaron científicos gallegos de la Misión Biológica de Galicia, del CSIC, y del Departamento de Historia de la Universidad de Santiago y del que daba cuenta el Museo do Viño de Galicia.
El hallazgo se hizo en el conjunto arqueológico musealizado en la viguesa calle Rosalía, la única salina de evaporación conservada de todo el Imperio Romano, y las semillas “abuelas” del albariño aparecieron en estratos datados por el carbono 14 entre los siglos II e IV. Las implicaciones para la ciencia y la cultura del vino son enormes: el antecesor del albariño (junto con otras variedades autóctonas) ya estaba presente en la Galicia romana, y posiblemente era el fruto de la hibridación con vides silvestres locales, propias de la zona, en una temprana búsqueda de la mejor aclimatación y la mayor productividad.
Para los responsables del Museo do Viño, este descubrimiento es "un torpedo en la línea de flotación de la hasta ahora predominante teoría de la difusión oriental, o “teoría de Noé”, según a cuál la vid llegó del este de las civilizadoras manos de fenicios, griegos y romanos".
Las semillas analizadas se habrían conservado por anegamiento o combustión, en tres yacimientos arqueológicos: Areal en Vigo y Reza Vella en Ourense (ambos de época romana) y Ponte do Burgo, en Pontevedra (románico de los siglos XIII- XIV).
El detallado análisis de las semillas conservadas en Reza determinó la presencia de vitis sylvestris, mientras que en las de Ponte del Burgo eran variedades ya domesticadas (sativas) o en proceso de domesticación, próximas a las variedades autóctonas gallegas de albariño, caíño fresno, blanco legítimo y caíño blanco.
Sin embargo, los análisis de los restos de uva del Areal –cada vez más claramente un auténtico emporio comercial de exportación de sal cara todo el Imperio Romano, cuna del poder comercial de Vigo- mediante múltiples parámetros (índice Stummer) muestra la similitud con el albariño ya entre los siglos II-IV.
Todo ello hace concluir a los autores que, al ser una variedad que hoy predomina en su entorno, puede proceder de tipos de vides silvestres de la zona, o bien domesticadas de manera autóctona, o bien hibridadas con otras procedentes de las otras áreas del imperio.
El ADN, concluyen los investigadores, deberá determinar este extremo en el futuro, pero la conclusión primera sería que el albariño ya estaba en Galicia desde mucho antes de lo que se creía. El yacimiento arqueológico de Areal continúa deparando sorpresas, tras las grandes salinas y la producción probable de "garum" de forma industrial. n
El hallazgo se hizo en el conjunto arqueológico musealizado en la viguesa calle Rosalía, la única salina de evaporación conservada de todo el Imperio Romano, y las semillas “abuelas” del albariño aparecieron en estratos datados por el carbono 14 entre los siglos II e IV. Las implicaciones para la ciencia y la cultura del vino son enormes: el antecesor del albariño (junto con otras variedades autóctonas) ya estaba presente en la Galicia romana, y posiblemente era el fruto de la hibridación con vides silvestres locales, propias de la zona, en una temprana búsqueda de la mejor aclimatación y la mayor productividad.
Para los responsables del Museo do Viño, este descubrimiento es "un torpedo en la línea de flotación de la hasta ahora predominante teoría de la difusión oriental, o “teoría de Noé”, según a cuál la vid llegó del este de las civilizadoras manos de fenicios, griegos y romanos".
Las semillas analizadas se habrían conservado por anegamiento o combustión, en tres yacimientos arqueológicos: Areal en Vigo y Reza Vella en Ourense (ambos de época romana) y Ponte do Burgo, en Pontevedra (románico de los siglos XIII- XIV).
El detallado análisis de las semillas conservadas en Reza determinó la presencia de vitis sylvestris, mientras que en las de Ponte del Burgo eran variedades ya domesticadas (sativas) o en proceso de domesticación, próximas a las variedades autóctonas gallegas de albariño, caíño fresno, blanco legítimo y caíño blanco.
Sin embargo, los análisis de los restos de uva del Areal –cada vez más claramente un auténtico emporio comercial de exportación de sal cara todo el Imperio Romano, cuna del poder comercial de Vigo- mediante múltiples parámetros (índice Stummer) muestra la similitud con el albariño ya entre los siglos II-IV.
Todo ello hace concluir a los autores que, al ser una variedad que hoy predomina en su entorno, puede proceder de tipos de vides silvestres de la zona, o bien domesticadas de manera autóctona, o bien hibridadas con otras procedentes de las otras áreas del imperio.
El ADN, concluyen los investigadores, deberá determinar este extremo en el futuro, pero la conclusión primera sería que el albariño ya estaba en Galicia desde mucho antes de lo que se creía. El yacimiento arqueológico de Areal continúa deparando sorpresas, tras las grandes salinas y la producción probable de "garum" de forma industrial. n
