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El Alba abre el calendario de fiestas de Valadares

Numerosos fieles acudieron a la procesión de la Virgen del Alba, después de la misa solemne ya celebrada en la ermita, donde recibirá a San Bartolomeu,                     en la Romería do Medo, el próximo día 24.
photo_camera Numerosos fieles acudieron a la procesión de la Virgen del Alba, después de la misa solemne ya celebrada en la ermita, donde recibirá a San Bartolomeu, en la Romería do Medo, el próximo día 24.
La llegada de la Virgen a la ermita dio lugar a la primera de las tres romerías campestres que continuará con  otras dos citas: el 24,‘o quitamedos’ y el 8 de septiembre. la bajada
nnn La Virgen del Alba ya está en su retiro de verano. Su llegada a la ermita ayer motivó la primera de las tres romerías que se celebran en el monte de Valadares. La segunda será el 24, día en que los fieles volverán a procesionar desde la iglesia parroquial, llevando a pie a San Bartolemeu, “o quitamedos”, en un trayecto de cinco kilómetros; la tercera y última romería tiene lugar el 8 de septiembre con la bajada de los santos. “Este año había más fieles en la subida”, afirma Ángel Manuel Bastos, párroco de Valadares, que junto a un grupo de vecinos apostaron por recuperar la tradición.
La comisión de fiestas de San Campio se hizo cargo por segundo año de la organización de la romería del Alba, casi sin presupuesto. “A los vecinos no les pedimos  porque ya contribuyen para las otras fiestas, contamos con la financiación del Concello y de la Diputación, lo suficiente para que se mantenga la tradición y no desaparezca”, apuntó Gregorio Álvarez, vicepresidente de la comisión.
Al igual que la edición pasada, se cedieron las instalaciones de la Casa da Novena, en el refugio del Alba, a un hostelero de la parroquia para su explotación. Este año se quedaron muchos menos a comer en el monte y la mayoría prefirió el restaurante Sanatorio del Alba, situado en las inmediaciones.
Tras una mañana de oficios religiosos, el momento más emocionante fue la salida de la Virgen del Alba tras la misa solemne. Portada por las mujeres de la comisión de fiestas, dio una vuelta a la ermita. Antes de entrar, permaneció con la vista puesta en la Ría para escuchar el himno del Antigo Reino de Galicia como despedida.
Con especial arraigo entre los vecinos de la parroquia, la devoción a la Virgen del Alba surge de las peticiones de protección de los trabajadores del mar. La ermita, antes pintada de blanco, era uno de los puntos de referencia para la orientación de las embarcaciones en la Ría, al ser visible desde lejos. Este carácter protector se hace extensivo a la segunda romería de la ermita, la de San Bartolomeu, donde acuden también vecinos de ambas lados de la Ría.
Como viene siendo habitual, el alcalde Abel Caballero acudió a la romería, acompañado por los concejales Jaime Aneiros, Uxía Blanco y Yolanda Aguiar: “El monte Alba ya es un clásico, además es una romería con el sabor tradicional y genuino”, afirmó el regidor, que en esta ocasión no se quedó a comer en la parroquia.
Con las huellas aún visibles de los incendios de hace dos años, Caballero aseguró que la recuperación de las zonas afectadas “avanza a buena velocidad”. Con menos árboles y apenas sin sombra, el sol apretó fuerte sobre los romeros, un motivo más para que se redujese el número de comensales en el refugio.
Con todo la fiesta continuó en en el entorno del monte Alba. La música en directo corrió a cargo de la charanga de la parroquia, la banda Vaite Xa! y del grupo de música tradiciónal de gaitas y percusión, Os Golfiños de Saiáns.n

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