ALERTA SANITARIA

Adela Borrás: “Tenía miedo a quedarme aislada en Milán”

Adela Borrás, en la plaza del Duomo antes de la crisis del coronavirus.
photo_camera Adela Borrás, en la plaza del Duomo antes de la crisis del coronavirus.
La viguesa estudia Derecho en la región de Italia con más contagios por coronavirus chino
nnn  Los erasmus que estudian en Milán son los que tienen la situación más complicada, porque la región de Lombardía, en el norte de Italia, es la más afectada por el coronavirus, con 240 de los 322 casos de contagio registrados en todo el país. La viguesa Adela Borrás estudia 3º de Derecho en la Universidad Bocconi de Milán y tenía previsto coger a las siete de la tarde de ayer un avión a Madrid. Le costó mucho encontrar un billete, casi no había plazas libres en los vuelos a Madrid, Barcelona, Sevilla, Oporto o Lisboa y pagó la suya a casi 500 euros, un precio nunca visto (“ni siquiera el 22 de diciembre”) por la fuerte demanda de gente que quiere salir de Italia.
La viguesa explicó que “vuelvo a Vigo porque han suspendido las clases en mi Universidad y porque cada vez hay más limitaciones. No tengo miedo al coronavirus pero sí a quedarme aislada”. Adela tenía previsto viajar el sábado pasado a Venecia cuando saltó la alarma que llevó a suspender el Carnaval y decidió quedarse en Milán. Ese mismo día la Universidad comunicaba que suspendía las clases al menos una semana y se cerraban museos, discotecas, actividades deportivas. “El domingo pasé por la plaza del Duomo, que está  siempre llena de gente y estaba vacía. Fue ahí cuando pensé que empezaba a ser más serio”, apunta. “Vivimos con mucha incertidumbre, no nos pueden adelantar cuando abrirá la Universidad porque dependerá del número de contagios. No tenemos miedo al coronavirus porque es raro que se contagie teniendo cuidado y porque no suele afectar a gente joven, el problema es si nos obligan a quedarnos. Estos días teníamos exámenes parciales y presentaciones que no podemos hacer”. Adela Borrás llamó a su universidad, la de Salamanca, tras recibir un correo electrónicoen el que se ponían a su disposición para cualquier duda. “Estamos esperando a ver qué pasa para tomar decisiones, si pierdes un cuatrimestre por razones de fuerza mayor es distinto a que renuncies porque quieres volver a casa”.
Al margen de esto, explica que en Milán la gente sigue yendo a trabajar y evita los sitios muy concurridos. Se ven mascarillas por la calle pero sobre todo en policías, militares o conductores de transporte público, mientras en las farmacias están agotadas igual que los geles desinfectantes. “Los transportes funcionan pero tardan más en llegar a los sitios”. En cuanto a los supermercados, en su zona las estanterías están medio vacías, no había productos básicos como leche, agua o cereales. “Tenía delante para pagar a una señora con un carro lleno de conservas”.
Su padre, Daniel Borrás, coincide en que “al margen del riesgo, las medidas que se están tomando hacen muy incómodo vivir allí.  Nos parece bien que venga antes de que la cosa vaya a amás y bloqueen la salida”. Al margen de esto, destaca que en general hay una “psicosis colectiva importante en la población” y que muere más gente de gripe que por el coronavirus chino.n
 

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