El Muro dos Poetas acogió un recital reivindicativo entre mascarillas, hidrogel y distancia
“Esto es un acto de resistencia”. Así comenzó su intervención Gabriela Baquero Ruibal en la inauguración del festival Kerouac que inició su décima edición en plena pandemia global.
El lugar elegido fue un punto simbólico tanto para la poesía en Vigo como para el propio festival: el Muro dos Poetas, la pared de la fama, donde en azulejos se inmortalizan nombres de los participantes en el Kerouac. Las condiciones del coronavirus impidieron a los directores desplazarse desde Nueva York y estar presencialmente en los diez años de su criatura, pero lo estuvieron a través de internet, en la retransmisión de facebook. “Estuvo perfecto, no llovió, fue ágil y seguro”, afirmó De la Fuente, insistiendo que “la cultura es segura y más si se hace al aire libre”.
El recital, ante un aforo reducido, duró cerca de una hora y contó con la presencia del secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, que mostró su apoyo a la iniciativa. De las diez intervenciones anunciadas acudieron ocho. Las primeras, de Lupita Hard, Constance Hurlé e Iria Bragado, con una marcada perspectiva de género. Le siguió Nicole Doural, que advirtió tener “sentimientos encontrados”. El lobo está aquí se debatió entre reivindicar la importancia de la Cultura y reclamar el apoyo para sus trabajadores o denunciar la basura franquista, eligiendo ésta última. En “La chica de Vox” personalizó todo lo criticable y deleznable de la ideología fascista. Oriana Méndez, ganadora del Premio Afundación con “Interna”, compartió con los presentes una composición de este poemario aún inédito. El drama de los refugiados sirios estuvo presente a través de Francisco Álvarez Koki para dar paso a Baquero.
Cerró el acto su coordinador Malvares de Moscoso con un rapeo poético.
Pese a la falta de libertad que supuso recitar con mascarilla y con un micrófono protegido por una bolsa, que se cambió tras cada intervención, la gran mayoría recitó con la boca cubierta. En la foto final de familia también se cumplió el distanciamiento social, con lo que la Cultura se adapta para mantenerse en era covid.
El Poemóbil patrulla estos días las calles de Vigo, lanzando versos al aire. Mientras la programación del Kerouac continúa, en esta ocasión solo a través de las redes (conexión en Zoom, a las 19 horas). Hoy habrá un encuentro virtual de editoriales de España y América; mañana un recital colectivo; el sábado una perfomance poética y una sesión de Dj Mateo Fixemberg, para acabar con una sesión poética.
El lugar elegido fue un punto simbólico tanto para la poesía en Vigo como para el propio festival: el Muro dos Poetas, la pared de la fama, donde en azulejos se inmortalizan nombres de los participantes en el Kerouac. Las condiciones del coronavirus impidieron a los directores desplazarse desde Nueva York y estar presencialmente en los diez años de su criatura, pero lo estuvieron a través de internet, en la retransmisión de facebook. “Estuvo perfecto, no llovió, fue ágil y seguro”, afirmó De la Fuente, insistiendo que “la cultura es segura y más si se hace al aire libre”.
El recital, ante un aforo reducido, duró cerca de una hora y contó con la presencia del secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, que mostró su apoyo a la iniciativa. De las diez intervenciones anunciadas acudieron ocho. Las primeras, de Lupita Hard, Constance Hurlé e Iria Bragado, con una marcada perspectiva de género. Le siguió Nicole Doural, que advirtió tener “sentimientos encontrados”. El lobo está aquí se debatió entre reivindicar la importancia de la Cultura y reclamar el apoyo para sus trabajadores o denunciar la basura franquista, eligiendo ésta última. En “La chica de Vox” personalizó todo lo criticable y deleznable de la ideología fascista. Oriana Méndez, ganadora del Premio Afundación con “Interna”, compartió con los presentes una composición de este poemario aún inédito. El drama de los refugiados sirios estuvo presente a través de Francisco Álvarez Koki para dar paso a Baquero.
Cerró el acto su coordinador Malvares de Moscoso con un rapeo poético.
Pese a la falta de libertad que supuso recitar con mascarilla y con un micrófono protegido por una bolsa, que se cambió tras cada intervención, la gran mayoría recitó con la boca cubierta. En la foto final de familia también se cumplió el distanciamiento social, con lo que la Cultura se adapta para mantenerse en era covid.
El Poemóbil patrulla estos días las calles de Vigo, lanzando versos al aire. Mientras la programación del Kerouac continúa, en esta ocasión solo a través de las redes (conexión en Zoom, a las 19 horas). Hoy habrá un encuentro virtual de editoriales de España y América; mañana un recital colectivo; el sábado una perfomance poética y una sesión de Dj Mateo Fixemberg, para acabar con una sesión poética.
