VIGO

Acepta 4 años por intentar abusar de un hombre profundamente ebrio en Vigo

Un hombre ha aceptado una pena de cuatro años de cárcel al admitir que intentó abusar sexualmente de un varón profundamente borracho en los servicios de la estación de tren de Guixar, en Vigo, al que amenazó con una navaja cuando aquel opuso resistencia.

Tras un acuerdo de conformidad, la Fiscalía ha rebajado de nueve a cuatro años la pena de prisión solicitada al aplicarle la eximente incompleta de anomalía psíquica.

De hecho, ha sido examinado antes de la celebración del juicio en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra por un equipo de forenses, que han determinado que estaba en condiciones de asumir las consecuencias penales del pacto alcanzado entre su abogado y el de la acusación y la Fiscalía.

Además de la pena de cárcel le ha sido impuesta una medida de libertad vigilada durante ocho años a partir de que salga a la calle, que incluye la prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima, de acudir a Rianxo, donde aquel reside, de someterse a tratamiento periódico y a comunicar cualquier cambio de domicilio.

En concepto de responsabilidad civil, se ha fijado en 2.552,94 euros la indemnización a la víctima.

El acusado, Cándido G.C., permanecerá en el módulo de enfermería del centro penitenciario en el que está ingresado.

Según se recoge en el escrito de Fiscalía, el acusado, sobre las 06.40 horas del 28 de diciembre de 2019, reparó en la borrachera de su víctima, que solo podía deambular con ayuda y que en ese momento estaba acompañado por una amiga en la estación ferroviaria.

Se aproximó a ambos con la excusa de querer ayudarlos y se quedó acompañando al varón mientras su amiga iba a comprar los billetes.

En ese intervalo consiguió que la víctima lo acompañara al servicio de minusválidos de la estación, aunque para ello lo tuvo que sujetar por la espalda para que mantuviera la verticalidad.

Tras entrar en el servicio y cerrar la puerta empujó a la víctima contra la pared y le conminó a que le hiciera una felación, presionándole en los hombros para que se arrodillase.

Al intentar aquel resistirse, el acusado esgrimió una navaja, pero en ese momento entraron en el servicio dos vigilantes de seguridad de la estación acompañados de su amiga, que los había alertado al no encontrar a su amigo.

El acusado está diagnosticado de trastorno bipolar crónico sin que conste contención terapéutica estable desde junio de 2019.

Presenta una situación de comorbilidad psiquiátrica, con conducta de rasgos hipomaniformes en grado leve, que no afectan a su capacidad intelectiva de percepción de la realidad pero que suponen "una disminución importante" de su capacidad volitiva en relación con los hechos descritos.

El acusado lleva en situación de prisión provisional por esta causa desde el 29 de diciembre de 2019. 

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