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Abel Caballero mejora sus registros y bate el récord de Paco Vázquez en 1991

El incombustible alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, ha mejorado sus registros de 2015, ya excepcionales, y ha situado su techo en 20 concejales en una corporación de 27, mejorando de paso el récord de otro histórico socialista, Paco Vázquez, que en 1991 obtuvo 18 ediles en A Coruña.



Caballero, que fue ministro de Transportes con Felipe González (de 1985 a 1988), ha acaparado el 67,6% de los votos, por el 52% de hace cuatro años, con el añadido de que la participación ha sido mayor que entonces y ha rebasado la frontera de las 100.000 papeletas.

El éxito arrollador de Caballero, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), condena a la irrelevancia al resto de formaciones que tendrán representación en la corporación viguesa los próximos cuatro años, sobre todo al PP, que pasa de siete a cuatro concejales.

La Marea de Vigo retiene dos de los tres concejales que sacó en 2015 y el BNG vuelve al consistorio de la mayor ciudad de Galicia tras cuatro años en blanco.

Abel Caballero Álvarez (Ponteareas, 1946) se sabía con todo a su favor para reeditar su holgada mayoría absoluta, gracias a los 17 concejales que obtuvo en 2015 pese a que el PSOE estaba en pleno retroceso y las mareas amenazaban con alzarse con las alcaldías de las ciudades gallegas, como sucedió en A Coruña, Santiago y Ferrol.

Sin embargo, quería más, quería arrasar literalmente a sus oponentes y dar un nuevo impulso a su campaña de promocionar el "modelo Vigo", como él lo define, en Madrid e incluso en Bruselas, según ha anunciado en campaña.

Y, de paso, para venderlo como una victoria sobre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al que acusa de maniobrar siempre en contra de la ciudad de la que es alcalde desde 2007.

En varias ocasiones pronosticó en público que le ganaría a Feijóo 21-4. Falló por un solo edil.

Aparte de su enfrentamiento con Feijóo, Abel Caballero ha hecho de las reformas de calles su bandera y ha explotado como nunca su faceta de personaje público.

Sus palabras en inglés en el acto de encendido de las luces de Navidad trascendieron el ámbito local y corrieron como la pólvora en las redes sociales y en varios programas de televisión.

Cree Caballero que el secreto de su éxito es colocar a Vigo por delante de cualquier otro interés, incluso los de su partido, el PSOE, y la transversalidad de su proyecto, que acapara a votantes a la izquierda y a la derecha del espectro ideológico.

No todo ha sido, no obstante, de color de rosas en la trayectoria política de Abel Caballero.

En 1997 sufrió su peor derrota en las urnas como candidato del PSOE a la presidencia de la Xunta en los años de hegemonía incontestable en Galicia de Manuel Fraga.

Diez años más tarde volvió a la primera línea política en Galicia al alcanzar la alcaldía de Vigo con el apoyo del BNG, con el que cogobernó el PSOE.

En 2011 mejoró sus resultados, pero el PP volvió a ser la fuerza más votada en la ciudad.

En ese mandato, el PSOE gobernó en solitario con el apoyo del BNG en su investidura.

Fue en 2015 cuando la candidatura que lideraba obtuvo un respaldo masivo, concretamente el 52% de los votos emitidos, un listón que ahora ha conseguido un incombustible e insaciable Abel Caballero.

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