ACCESO A LA UNIVERSIDAD

La ABAU hizo historia metropolitana

El pabellón redondelano de As Marismas
photo_camera El pabellón redondelano de As Marismas
La estrategia de descentralización de sedes para la realización de esta selectividad a causa de la Covid 
ha llevado las pruebas de acceso por primera vez a hasta seis municipios del área viguesa

Redondela, Baiona, O Porriño, Tui, Cangas y Ponteareas celebraron ayer por primera vez en su historia las pruebas de acceso a la universidad (ABAU). Esto se debe a la estrategia de descentralización de sedes llevada a cabo por la CIUG para garantizar la seguridad de los estudiantes.
El pabellón de A Marisma acogió a los alumnos de los municipios de Redondela y Soutomaior. En total fueron 186, de los centros IES Chapela, IES Mendiño, IES Floriani, IES Soutomaior y Colexio Apóstol Santiago. La concejala de Ensino, Olga García, explicó que se aplicó un dispositivo especial para controlar el estacionamiento y facilitar el mismo para la realización de las pruebas y se adoptaron “todas las medidas de seguridad sanitaria que recomiendan las autoridades para que la seguridad de los estudiantes esté garantizada”. La elección del pabellón de A Marisma estuvo motivada por ser “el mejor lugar para la celebración de estas pruebas, con estacionamientos en las cercanías, y con espacio más que suficiente para que los estudiantes puedan mantener la distancia de seguridad”, explicó. 

En Baiona, cerca de 200 alumnos de los cuatro institutos de la comarca del Val Miñor se presentaron ayer a la primera jornada de la ABAU poco usual y adaptada a la nueva normalidad. Los emplazamientos elegidos fueron el pabellón municipal y el del CPI Cova Terreña, ubicado a escasos metros uno del otro, con los IES Val Miñor y Auga da Laxe en el primero y los centros Proval y Primeiro de Marzo en el complejo deportivo del colegio integrado. 
Por primera vez los exámenes no fueron mostrados a los representantes de los centros hasta el final de la jornada. Jaime Saiz, que lleva 20 años acudiendo en nombre del IES Val Miñor, explicó a Atlántico que es una decisión adoptada para minimizar la posibilidad de transmisión vírica entre docentes. 

Pese a la excepcionalidad en el contexto de celebración de las pruebas, los componentes del tribunal obligaron a los asistentes a apagar sus smartphones al inicio de la sesión y a retirarse los relojes de las muñecas ya que existen una variedad de dispositivos inteligentes muy similares a los tradicionales, todo ello para evitar tentaciones a la hora de obtener información externa sobre los temas expuestos. “Son medidas relativamente nuevas para evitar que los alumnos copien, hay que adaptarse a los avances”, explicó Saiz.

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