La actividad comercial en Galicia se está recuperando de la fuerte contracción sufrida en el periodo de hibernación económica, mientras que ocio y hostelería sufren aún una reducción drástica. Así lo constata Abanca en el informe ‘Termómetro de la desescalada’, un observatorio puesto en marcha junto a Ieside para hacer una radiografía económica "con el fin de favorecer la toma de decisiones empresariales", indicó ayer en su presentación el presidente de la entidad financiera, Juan Carlos Escotet.
En la provincia de Pontevedra, con Vigo y su área como núcleo duro, el comercio minorista ha repuntado en la última semana hasta volúmenes de pagos que suponen un 94% de los previos a la crisis por "afloramiento de demanda embalsada”. El ocio y hostelería, por su parte, todavía se mantienen en niveles de actividad muy bajos, que suponen el 29% de los alcanzados antes de la pandemia. Es la provincia en la que el peso de la alimentación ha sido el más elevado en el confinamiento superando el 71% del consumo de las familias.
El estudio revela que el 82% de los establecimientos comerciales gallegos ya ha registrado algún tipo de actividad de pago durante la fase 1. La entidad estimaba que la caída en el consumo iba a tener "un mayor impacto" y que la recuperación iba a tardar un poco más", si bien considera que podría verse influenciada por "el ahorro durante el confinamiento y el fomento del consumo en la etapa inicial". Escotet apeló a la prudencia e indicó que "es difícil conocer el efecto de los ERTE y de la pérdida de empleo" en estos momentos en cuanto al gasto.
Cambio en el consumo
El estado de alerta sanitaria ha provocado un cambio abrupto en la estructura del consumo de las familias gallegas especialmente en alimentación que pasó de suponer el 31,5% a representar un 70,2% de la cesta de la compra, es decir, creció casi un 40% entre el 13 de marzo y el 2 de mayo. En el caso de productos de farmacia, si antes de la crisis sanitaria suponían un 2,6%, durante el confinamiento creció al 4,9%, sobre todo cuando en abril llegó material de protección a estos establecimientos. A partir de la fase 1 el gasto disminuyó hasta el 4,3%.
Al otro lado de la balanza está el sector de ocio, que antes de la Covid-19 representaba el 8,5% de la cesta de la compra en Galicia y que tras la declaración del estado de alarma cayó hasta el 1,1% recuperándose en la desescalada hasta el 2,2% "representando niveles muy bajos", indica Francisco Botas, consejero delegado.
El comercio minorista experimentó también "una reducción importante" de su peso en el consumo. En los meses previos a la pandemia suponía el 33,7% del consumo de las familias, una cifra que disminuyó hasta el 13,2% durante las semanas de confinamiento y que desde que se ha permitido su reapertura ha recuperado su posición hasta conformar el 26,9 por ciento de este gasto.
La pandemia también ha contribuido a consolidar la tendencia de pago con tarjeta y compra on-line en detrimento de dinero físico. "El uso de efectivo se ha reducido en 9 puntos en esta etapa", un descenso que Botas calificó de "muy fuerte en un periodo muy corto" y que Escotet valoró como "una magnífica noticia" por los beneficios que supone, como un menor coste a las entidades, más transparencia y funcionalidad.
El informe, en colaboración con el Instituto de Educación Superior Intercontinental de la Empresa (Ieside), se realizó a partir de datos anónimos relativos a las compras con tarjeta Abanca realizadas por 875.000 gallegos en 47.000 establecimientos comerciales.
Escotet: "La economía gallega se recuperará en dos años"
El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, cree que la mejor tendencia del PIB de Galicia con respecto a España "se mantendrá a lo largo del año", pese a caer, y estima que no será hasta 2022 cuando la economía gallega alcance niveles pre-crisis.
Escotet achaca el mejor comportamiento de Galicia por el sector servicios y "el peso del componente doméstico. El turismo local saldrá favorecido", señala, al tiempo que apunta a las exportaciones porque "la dependencia externa favorece y tenemos mayor capacidad de amortiguación".
En cuanto al horizonte de recuperación para regresar a niveles de 2019, el presidente de la entidad financiera dice que "llevará cómodamente dos años", un periodo en el que confía en que se gestione el proceso de desconfinamiento de "la manera más responsable para evitar cualquier rebrote que tendría efectos muy adversos". La contracción del PIB tendrá efectos importantes en el coste del riesgo y en las cuentas de resultados de los bancos y Escotet cree que "va a haber un crecimiento del crédito superior a los niveles que tenían planificados previos a la pandemia". No obstante, apunta también que el efecto del crecimiento de la inversión de alguna manera compensará posibles contracciones a nivel macroeconómico.
En todo caso, Escotet prevé que si los niveles de desempleo aumentan la tendencia es que haya mayores costes de riesgo que, en el caso de Abanca, asegura, "son perfectamente asumibles" en sus proyecciones de resultados, por lo que tendrán efecto en la rentabilidad del banco pero no será "dramático, o al menos asumible para la cuenta de resultados".
Abanca mantiene su hoja de ruta "con vocación de crecimiento" como el proceso de negociación ya en fase final para la integración en Portugal con EuroBic.
caídas en pescanova
Con respecto a Nueva Pescanova, donde el banco gallego tiene el 80 por ciento de las acciones, el presidente de la entidead admitió que ha habido caídas del consumo que implicarán una corrección del Ebitda (beneficios antes de intereses) de "cierta importancia" que se recuperará a finales del ejercicio 2021.n
