vigo

9.916 consultas y 443 ingresos en Oncología a pesar del virus

El jefe del Servicio de Oncología Médica, Joaquín Casal, en el Hospital Álvaro Cunqueiro.
photo_camera El jefe del Servicio de Oncología Médica, Joaquín Casal, en el Hospital Álvaro Cunqueiro.
La actividad se mantuvo al cien por cien en este servicio que atiende casos inaplazables 

 La pandemia exigió la máxima atención del sistema sanitario, que centró su arsenal en atender el nuevo virus y al mismo tiempo los casos urgentes o inaplazables del resto de patologías. También  provocó miedo entre la población de tal forma que algunos enfermos llegaban tarde al hospital, incluidos casos tan graves como ictus o infartos, a pesar de que se habían adoptado medidas a nivel interno para evitar contagios. En este escenario tan difícil, la Oncología Médica del Álvaro Cunqueiro siguió trabajando con todas las cautelas  puesto que sus pacientes son muy vulnerables y sin dejar de lado tratamientos y revisiones. “Nuestra cifra de actividad, tanto ambulatoria como de hospitalización, se mantuvo casi al cien por cien”, asegura el jefe del servicio, Joaquín Casal. Una parte de esa actividad ambulatoria, como tratamientos o controles, se hizo por teléfono.
Entre enero y mayo de este año, Oncología atendió a 795 pacientes nuevos de forma ambulatoria. Representa un crecimiento del 8% con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando eran 731.
En cuanto a la cifra global , las consultas ambulatorias fueron 10.000 entre enero y mayo del año pasado, y este año atendieron un volumen similar, 9.916 personas.
Los profesionales sanitarios primaron la consulta no presencial, de tal forma que el 50% de los pacientes no tuvieron que acudir al hospital. En estos casos se les facilitaba la medicación, que era enviada a su domicilio o que pasaban a recoger a un punto habilitado en el exterior del hospital. Muchas revisiones de pacientes se pudieron hacer por teléfono y desde el hospital les mandaban la siguiente cita para revisión y pruebas.
Las pruebas mantuvieron sus plazos, salvo algún caso puntual al principio, porque “es una prioridad. El Covid les podía afectar, pero no se puede parar de hacer tratamintos porque se jugaban más cosas, había que mantener la calidad de vida de los pacientes y las posibilidades de supervivencia”.
Sobre la hospitalización, el año pasado registraron 457 ingresos entre el 1 de enero y el 31 de mayo,  mientras que este año tuvieron 443. Son 14 pacientes menos que el año pasado, una cifra que no varía la actividad global.

“Vamos a introducir el vídeo en la comunicación con el paciente”

n n nLos planes de escalada y desescalada están un poco al margen del servicio de Oncología, porque mantuvieron su actividad plena. Sin embargo, sí que incorporaron medidas adicionales de prevención, desde la consulta telefónica a la prohibición de que hubiese más de un acompañanate por paciente o la toma de temperatura al llegar. En su Hospital de Día, con 54 puestos y 6 camas,  se pudo mantener la actividad porque al ser de reciente construcción hay suficiente separación entre los pacientes que reciben tratamiento. No ocurre lo mismo con la sala de espera, que es de menor tamaño (caben 30 pesonas y con las distancias de seguridad solo 16), por lo que cuando coincidían más pacientes de lo que era recomendable les invitaban mediante un mensaje de móvil a dar un paseo o incluso a esperar dentro del coche hasta que les tocase el turno. El mismo criterio se utilizó en las consultas.
Joaquín Casal hace balance de las consultas telefónicas. Asegura que los pacientes las aceptaron bien y  funcionaron, tanto durante la pandemia como desde hace cuatro semanas en el plan de reactivación asistencial. Por eso, señala que es uno de los cambios que vinieron para quedarse. “Mantenemos la consulta telefónica para revisiones y tratamientos orales para evitar aglomeraciones en las salas de espera”. 
Además, el Cunqueiro está trabajando ya en la forma de mejorar esta comunicación para revisiones y algunos tratamientos. 
La idea es introducir el vídeo a través de la Plataforma Telea. “Los pacientes oncológicos son muy demandantes, queremos que nos vean y también verlos nosotros, con sistemas que garanticen la privacidad”, apunta el oncólogo.
Casal considera que Galicia fue afortunada por la poca circulación del virus comparado con Madrid o Cataluña, con hospitales en los que tenían más de mil ingresados, todos de Covid, y en los que se tuvo que habilitar hasta la biblioteca con respiradores como si fuera una UCI, como ocurrió en el Gregorio Marañón. De cara al futuro, considera  que el área sanitaria de Vigo está “más preparada y más alerta para lo que pueda venir, y para tomar medidas con tiempo”.n
 

Te puede interesar