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16 meses para transformar una de las arterias de la ciudad

Vigueses estrenando ayer las rampas de Gran Vía.
photo_camera Vigueses estrenando ayer las rampas de Gran Vía.
La construcción del sistema de rampas se inició en julio del pasado año, sufriendo un ligero retraso por la aparición de la pandemia
nnn La construcción de las rampas mecánicas de Gran Vía se produjo en julio de 2019 y poco más de 16 meses después el proyecto se pone en funcionamiento como el proyecto más ambicioso de Vigo Vertical hasta la fecha. Por el momento, 200 metros de este bulevar entre Plaza de España y Urzaiz cuentan disponen de este nuevo sistema de movilidad, pero el Concello mantiene su apuesta por instalar las rampas hasta el punto más alto de la calle, una vez Patrimonio Histórico dé su visto bueno. 
La obra estuvo exenta de polémicas: ya sea por el diseño de los arcos, su tamaño, los colores utilizados o la tala de los centenarios árboles a ambos lados del bulevar para humanizar este tramo de Gran Vía.
La construcción en una de las arterias de la ciudad generó durante estos últimos 17 meses ciertas complicaciones en el tráfico, en una vía de alta afluencia que vio como en base a los trabajos reducía el número de carriles disponibles a un lado o al otro. 
En las pasadas Navidades la obra se paró de forma momentánea pero el proyecto tuvo que hacer frente a un revés con la llegada de 2020: el covid. La pandemia obligó a reducir la velocidad de los trabajos, posponiendo su inauguración hasta el día de ayer. En su estreno, las rampas –en funcionamiento de domingo a jueves de 7 a 23 horas y los viernes y sábados hasta medianoche–contaron con un elevado número de curiosos que no quisieron perderse la oportunidad de ser los primeros en utilizarlas. n

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