Directivos supervisaron la actividad en As Ánimas, que ya funciona a pleno rendimiento
Alfredo Silva y Elena Lorenzo, directores del Área Sanitaria de Vigo y de Atención Primaria, respectivamente, acudieron ayer al recién estrenado centro de salud de As Ánimas en Gondomar para comprobar in situ el funcionamiento de las nuevas instalaciones sanitarias, que según explicaron “está discurriendo con total normalidad”. Con todo, los directivos del Sergas ser encuentran supervisando el desarrollo de la actividad, iniciada la tarde del pasado viernes 22, con el fin de subsanar las deficiencias e incidencias detectadas así como para realizar los ajustes correspondientes tras su apertura al público.
Pese a que el nuevo edificio sanitario ya está 100% operativo, fuentes municipales aclararon que todavía están a la espera de que los trabajadores rematen el traslado del mobiliario restante existentes en el inmueble de plaza de Escolas Vellas para poder acceder a las instalaciones y evaluar su estado, paso previo para comenzar con los trabajos de adaptación del complejo que albergará a las concejalías de Benestar Social, Igualdade, Xuventude y Urbanismo. “Por el momento no tenemos fecha cerrada de finalización de la mudanza, pero contamos con que debería de estar acabada a finales de semana”, aclaró el alcalde Francisco Ferreira, que al mismo tiempo explicó que el arquitecto municipal está trabajando en la finalización del proyecto de reestructuración de las instalaciones. La apertura del centro gondomareño supone el punto y final a 10 años de trámites, baches y paralizaciones desde la cesión del terreno para su construcción en 2009. Ya en 2015 y con los trabajos de cimentación iniciados, la adjudicataria Corsan Corviam entró en concurso de acreedores, lo que retrasó su construcción en algo más de dos años y un engorde del presupuesto inicial de medio millón de euros. Se retomó en 2017, pero en enero de 2018 sufrió un nuevo retraso a la espera de un estudio de inundabilidad del terreno realizado por Augas de Galicia. Tras recibir el visto bueno del organismo autonómico, su construcción se retomó con varios cambios que lo sitúan, por el momento, en el más moderno de la comarca. Sin embargo un nuevo aplazamiento impidió su apertura en tiempo y forma, en esta ocasión por las acometidas de agua, luz, gas y finalmente la concesión de la licencia de primera ocupación que sumaron siete meses más a las demoras acumuladas desde abril hasta noviembre de este año. Los 1.600 metros cuadrados de construcción útiles dan servicio a más 10.600 vecinos en un espacio un 160% mayor que el existente hasta el momento y que estuvo en funcionamiento en torno a tres décadas.
La nueva construcción está caracterizada por su planta en “U”, espacios amplios, grandes ventanales y medio centenar de puntos de refrigeración. Cuenta con seis consultas de medicina y seis de enfermería conectadas dos a dos, zonas administrativas, área de maternidad y pediátrica además de otra de urgencias. El edifico tuvo un coste total de 2,3 millones y está ubicado en un terrenos de 5.000 metros cuadrados.
Pese a que el nuevo edificio sanitario ya está 100% operativo, fuentes municipales aclararon que todavía están a la espera de que los trabajadores rematen el traslado del mobiliario restante existentes en el inmueble de plaza de Escolas Vellas para poder acceder a las instalaciones y evaluar su estado, paso previo para comenzar con los trabajos de adaptación del complejo que albergará a las concejalías de Benestar Social, Igualdade, Xuventude y Urbanismo. “Por el momento no tenemos fecha cerrada de finalización de la mudanza, pero contamos con que debería de estar acabada a finales de semana”, aclaró el alcalde Francisco Ferreira, que al mismo tiempo explicó que el arquitecto municipal está trabajando en la finalización del proyecto de reestructuración de las instalaciones. La apertura del centro gondomareño supone el punto y final a 10 años de trámites, baches y paralizaciones desde la cesión del terreno para su construcción en 2009. Ya en 2015 y con los trabajos de cimentación iniciados, la adjudicataria Corsan Corviam entró en concurso de acreedores, lo que retrasó su construcción en algo más de dos años y un engorde del presupuesto inicial de medio millón de euros. Se retomó en 2017, pero en enero de 2018 sufrió un nuevo retraso a la espera de un estudio de inundabilidad del terreno realizado por Augas de Galicia. Tras recibir el visto bueno del organismo autonómico, su construcción se retomó con varios cambios que lo sitúan, por el momento, en el más moderno de la comarca. Sin embargo un nuevo aplazamiento impidió su apertura en tiempo y forma, en esta ocasión por las acometidas de agua, luz, gas y finalmente la concesión de la licencia de primera ocupación que sumaron siete meses más a las demoras acumuladas desde abril hasta noviembre de este año. Los 1.600 metros cuadrados de construcción útiles dan servicio a más 10.600 vecinos en un espacio un 160% mayor que el existente hasta el momento y que estuvo en funcionamiento en torno a tres décadas.
La nueva construcción está caracterizada por su planta en “U”, espacios amplios, grandes ventanales y medio centenar de puntos de refrigeración. Cuenta con seis consultas de medicina y seis de enfermería conectadas dos a dos, zonas administrativas, área de maternidad y pediátrica además de otra de urgencias. El edifico tuvo un coste total de 2,3 millones y está ubicado en un terrenos de 5.000 metros cuadrados.
