val miñor

El Monumento a la Marina Universal, un coloso en decadencia

La fachada sur luce una inscripción de grandes dimensiones realizada sobre  mármol blanco, dedicada a aquellos que perdieron la vida en el Atlántico. Los cuatro grandes pilares de entrada, su gran cruz de piedra,  las coronas en hierro, y la Virgen apuntando a oeste le otorgan un peso funerario.
photo_camera La fachada sur luce una inscripción de grandes dimensiones realizada sobre mármol blanco, dedicada a aquellos que perdieron la vida en el Atlántico. Los cuatro grandes pilares de entrada, su gran cruz de piedra, las coronas en hierro, y la Virgen apuntando a oeste le otorgan un peso funerario.
Con casi un siglo de antigüedad a sus espaldas, envejece sobre el mar mostrando un aspecto descuidado y alguna que otra rotura
nnnCasi 100 años han pasado desde que el 28 de julio de 1924 se colocase la primera piedra del que estaba destinado a convertirse en el coloso de Monteferro. Un gran monumento de 25 metros de alto dedicado a la marina mercante sobre el que reza la frase 'Salve Regina Marium', Salve Reina de los Mares, y para el que fueron necesarias 7.000 toneladas de bloques de material pétreo dispuestos en forma piramidal. 
El paso del tiempo y la falta de mantenimiento están contribuyendo a que su esplendor se apague. En su cara este, bajo la inscripción que enumera a cargos y autoridades que asistieron al inicio de su levantamiento y grabada sobre una gran plancha de mármol blanco, una gran pintada desvirtúa el fin de su creación y en su interior envases, latas y botellas atestiguan no pocos  botellones a los que tuvo que asistir a la fuerza, algo que sus artífices no tenían en mente cuando la idearon, ni siquiera el general Primo de Rivera cuando acudió a la cima de Monteferro rodeado de una pomposa aureola  protocolaria un 28 de julio para dejar constancia del inicio de los trabajos, tal y como indica la inscripción superior, y que fueron financiados en gran parte por los votos populares. Algo que era muy habitual en la época y que se repitió de igual modo en otros iconos arquitectónicos de la localidad como el Templo Votivo de Antonio Palacios.     
El mal denominado 'monolito',  se erige hacia la cara oeste por donde se mete el sol, apuntando al ocaso, y la escultura de una impetuosa virgen del Carmen abrazando a un Jesús recién nacido de cuatro metros de alto y 16.000 kilos de peso, saludan a vivos pero también a muertos. A Aquellos que perdieron la vida en el mar y a los que por el mismo medio avistan tierra firme y así lo indica en las grandes placas emplazadas en las caras norte y sur, así como cuatro grandes coronas que recuerdan a las funerarias. La ubicación inicial al Monumento a la marina Universal estaba pensada en las Islas Cíes aunque finalmente se desechó esta idea por las complicaciones técnicas que suponía el traslado del material. Existen disparidad de datos acerca de sus orígenes, de su construcción o incluso de quién fue idea. Los más fiables  son los recogidos en la revista 'Glaucopis'. En su Nº20 de 2015 recoge una crónica titulada como 'Retazos de la vida consular en Vigo' que por orden cronológico recoge sucesos significativos en los  que estaban envueltos este tipo de autoridades y precisamente señala al cónsul inglés, Arthur Nightingale, como el primer artífice del gran coloso de Monteferro. Aunque también tuvieron que ver en su materialización figuras como Tomás Mirambell así como otros miembros de la burguesía local, por ejemplo Guillermo de Oya, Estanislao Durán o José de la Gándara Sestelo. n

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