Tras obtener el visto bueno de Patrimonio comenzarán con la construcción de los espacios
nnn Las obras de rehabilitación y reconversión del mercado de Sabarís en un centro multiusos continúan según lo establecido y los trabajos de demolición de todos los elementos periféricos a la estructura original del inmueble ya están rematados. Llegados a este punto el inmueble luce un aspecto poco usual, al menos para los que no pasan por el entorno de la plaza Victoria Cadaval habitualmente, en el que se puede apreciar con claridad los pilares y la cubierta originales con sus cerchas de hormigón, que a primera hora de la tarde de ayer estaban siendo objeto de limpieza con máquinas de chorro a presión.
Ahora queda por delante la fase de construcción de los nuevos espacios además de las instalaciones de agua, electricidad, acabados interiores y aislamiento. El alcalde Carlos Gómez explicó que cuentan con que el edificio esté acabado entre el mes de marzo y el de abril y que pese al retraso inicial con el que comenzaron las actuaciones su ejecución está desarrollándose con relativa rapidez. Además acaban de recibir el visto bueno de Patrimonio para continuar después de haber hecho unas catas arqueológicas una vez retirado el firme de su interior, al encontrarse construido en un entorno sensible.
Las obras sufrieron varias demoras lo que provocó una dilatación en su fecha de inicio casi medio año. En un primer momento su comienzo estaba programado para junio y el plazo de finalización del inmueble se estableció inicialmente hacia finales del pasado año. Una fecha facilitada en mayo de 2019 por el anterior alcalde de la villa, Ángel Rodal, sin embargo el nuevo gobierno formado por BNG, Nós y PSOE determinó la conveninencia de limitar los trabajos de derribo al interior del inmueble por seguridad y debido a los trastornos que las actuaciones podrían causar en una zona en la que la población aumenta considerablemente en temporada estival. Sin embargo finalmente optaron por retrasar el inicio de las obras a septiembre y una vez más las demoras volvieron a hacer acto de presencia, aunque en esta ocasión debido a la adjudicataria Coto Estudios y Construcciones S.L. con un intento fallido de renegociación del contrato de ejecución en el que trataban de lograr un complemento del 10% sobre el importe fijado finalmente en 556.000 euros, 74.000 menos que el de salida.
El inmueble con cerca de un centenar de años pretende convertirse en un nuevo punto de encuentro en el que se aglutinará una zona comercial y otra social como si de una plaza cubierta se tratase. Uno de los principales objetivos de la iniciativa es la de dotar de gran versatilidad a las instalaciones de 700 metros cuadrados mediante biombos, que dividirán las diferentes estancias de manera que puedan reconfigurarse en función de las necesidades de cada momento. n
Ahora queda por delante la fase de construcción de los nuevos espacios además de las instalaciones de agua, electricidad, acabados interiores y aislamiento. El alcalde Carlos Gómez explicó que cuentan con que el edificio esté acabado entre el mes de marzo y el de abril y que pese al retraso inicial con el que comenzaron las actuaciones su ejecución está desarrollándose con relativa rapidez. Además acaban de recibir el visto bueno de Patrimonio para continuar después de haber hecho unas catas arqueológicas una vez retirado el firme de su interior, al encontrarse construido en un entorno sensible.
Las obras sufrieron varias demoras lo que provocó una dilatación en su fecha de inicio casi medio año. En un primer momento su comienzo estaba programado para junio y el plazo de finalización del inmueble se estableció inicialmente hacia finales del pasado año. Una fecha facilitada en mayo de 2019 por el anterior alcalde de la villa, Ángel Rodal, sin embargo el nuevo gobierno formado por BNG, Nós y PSOE determinó la conveninencia de limitar los trabajos de derribo al interior del inmueble por seguridad y debido a los trastornos que las actuaciones podrían causar en una zona en la que la población aumenta considerablemente en temporada estival. Sin embargo finalmente optaron por retrasar el inicio de las obras a septiembre y una vez más las demoras volvieron a hacer acto de presencia, aunque en esta ocasión debido a la adjudicataria Coto Estudios y Construcciones S.L. con un intento fallido de renegociación del contrato de ejecución en el que trataban de lograr un complemento del 10% sobre el importe fijado finalmente en 556.000 euros, 74.000 menos que el de salida.
El inmueble con cerca de un centenar de años pretende convertirse en un nuevo punto de encuentro en el que se aglutinará una zona comercial y otra social como si de una plaza cubierta se tratase. Uno de los principales objetivos de la iniciativa es la de dotar de gran versatilidad a las instalaciones de 700 metros cuadrados mediante biombos, que dividirán las diferentes estancias de manera que puedan reconfigurarse en función de las necesidades de cada momento. n
