En el Val Miñor unos se blindan, otros reducen su horario mientras que una minoría cierra sus puertas dejando un teléfono de contacto.
nnn Los profesionales dedicados al sector ferretero en el Val Miñor mantienen su actividad y optan por diferentes fórmulas para minimizar los riesgos de contagio.
La mayoría de ellos optan por recortar su horario de atención al público en tramos que van de una a cuatro horas menos que en circunstancias normales. Los más extremistas directamente echaron el cerrojo dejando un contacto para solventar las diferentes urgencias que pudiesen surgir a su clientela durante el confinamiento, mientras que otros blindaron sus accesos con plásticos y atienden desde la puerta las peticiones para adquirir elementos de primera necesidad. Con todo, los que optaron por seguir abiertos colgaron carteles informativos recalcando la importancia de mantener la distancia de seguridad y para los que permiten la entrada a su interior lo están llevando a cabo de manera controlada, tal y como se lleva a cabo en el resto de sectores que tienen permitida la apertura.
El caso de Galicia es excepcional, ya que no en todas las comunidades está permitida la actividad minorista. Un día después de la publicación en el BOE del Real Decreto del 14 de marzo en el que se prohibía expresamente la apertura de ferreterías, el Diario Oficial de Galicia incluyó este sector como una "excepción a la suspensión" junto a tiendas especializadas de vidrio y pintura al considerarlos de primera necesidad. n
La mayoría de ellos optan por recortar su horario de atención al público en tramos que van de una a cuatro horas menos que en circunstancias normales. Los más extremistas directamente echaron el cerrojo dejando un contacto para solventar las diferentes urgencias que pudiesen surgir a su clientela durante el confinamiento, mientras que otros blindaron sus accesos con plásticos y atienden desde la puerta las peticiones para adquirir elementos de primera necesidad. Con todo, los que optaron por seguir abiertos colgaron carteles informativos recalcando la importancia de mantener la distancia de seguridad y para los que permiten la entrada a su interior lo están llevando a cabo de manera controlada, tal y como se lleva a cabo en el resto de sectores que tienen permitida la apertura.
El caso de Galicia es excepcional, ya que no en todas las comunidades está permitida la actividad minorista. Un día después de la publicación en el BOE del Real Decreto del 14 de marzo en el que se prohibía expresamente la apertura de ferreterías, el Diario Oficial de Galicia incluyó este sector como una "excepción a la suspensión" junto a tiendas especializadas de vidrio y pintura al considerarlos de primera necesidad. n
