La práctica de ahogamiento fue tan realista que los efectivos fueron reprendidos por algunos bañistas
Un buen susto fue el que se debieron de llevar multitud de usuarios en Playa América tras percatarse de los gritos de un nadador que desde el agua pedía auxilio, mientras se iba al fondo por momentos. Afortunadamente ni el bañista se estaba ahogando ni se trataba de una situación real, sino que la víctima era uno de los socorristas contratados en la segunda vuelta y que todavía no había tenido tiempo para incorporarse al servicio, un punto a su favor a la hora de pasar inadvertido entre sus compañeros para que el simulacro realizado gozase del máximo realismo posible. Precisamente la intención del presidente de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil Val Miñor, Iago Álvarez, fue justamente la de poner a prueba la efectividad del grupo con los protocolos adaptados a la nueva normalidad, que pasó el examen con nota. El dispositivo contó con la intervención de 15 voluntarios y tres profesionales de salvamento, de los cuales tenían constancia tan sólo cuatro, entre los que se incluía Álvarez y el rescatado.
En la puesta en escena no faltó detalle, desfibriladores, una Zodiac, camilla, práctica in situ de la maniobra RCP o un inmovilizador de cabeza fueron parte de las pautas y elementos utilizados. La actuación fue tan real que el hecho de que se celebrase al mediodía no minimizó la expectación creada entre los asistentes, que a pie de playa permanecieron atónitos ante el despliegue creado en cuestión de segundos. Sin embargo la exhibición de efectividad no fue tomada del mismo modo por todos y los más aprehensivos llegaron a llamarles la atención por la tensión creada. "Nadie se podía enterar de lo que estábamos preparando por eso lo hicimos de este modo, precisamente son pruebas obligatorias que todos los veranos tenemos que repetir, una por municipio", explicó Álvarez. La próxima tendrá lugar en Baiona pero lógicamente no adelantaron día, hora ni lugar. "Nos aprovechamos de que el socorrista que hizo de víctima no había entrado en servicio y que era buen nadador, de hecho lo dejamos a la altura de la cafetería JR y comenzó a pedir ayuda entre el puesto de salvamento de Playa América y el muelle de Lourido", explicó.
Lo acordado previamente consistía en que el profesional, haciéndose pasar por un usuario más, comenzase a pedir auxilio simulando un tirón y cansancio yéndose al fondo para salir a la superficie una y otra vez. En ese momento entró en juego la zodiac, fue sacado del agua con maniobra de reanimación incluida, se trasladó a la arena y no fue hasta este momento cuando lanzaron el primer mensaje de megafonía explicando que se trataba de un simulacro. Posteriormente le colocaron una manta térmica y lo subieron en camilla al puesto de vigilancia. El despliegue contó con todas las medidas de seguridad para prevenir contagios por Covid 19 que contó con guantes y mascarillas como elementos indispensables en toda la maniobra simulada.
En la puesta en escena no faltó detalle, desfibriladores, una Zodiac, camilla, práctica in situ de la maniobra RCP o un inmovilizador de cabeza fueron parte de las pautas y elementos utilizados. La actuación fue tan real que el hecho de que se celebrase al mediodía no minimizó la expectación creada entre los asistentes, que a pie de playa permanecieron atónitos ante el despliegue creado en cuestión de segundos. Sin embargo la exhibición de efectividad no fue tomada del mismo modo por todos y los más aprehensivos llegaron a llamarles la atención por la tensión creada. "Nadie se podía enterar de lo que estábamos preparando por eso lo hicimos de este modo, precisamente son pruebas obligatorias que todos los veranos tenemos que repetir, una por municipio", explicó Álvarez. La próxima tendrá lugar en Baiona pero lógicamente no adelantaron día, hora ni lugar. "Nos aprovechamos de que el socorrista que hizo de víctima no había entrado en servicio y que era buen nadador, de hecho lo dejamos a la altura de la cafetería JR y comenzó a pedir ayuda entre el puesto de salvamento de Playa América y el muelle de Lourido", explicó.
Lo acordado previamente consistía en que el profesional, haciéndose pasar por un usuario más, comenzase a pedir auxilio simulando un tirón y cansancio yéndose al fondo para salir a la superficie una y otra vez. En ese momento entró en juego la zodiac, fue sacado del agua con maniobra de reanimación incluida, se trasladó a la arena y no fue hasta este momento cuando lanzaron el primer mensaje de megafonía explicando que se trataba de un simulacro. Posteriormente le colocaron una manta térmica y lo subieron en camilla al puesto de vigilancia. El despliegue contó con todas las medidas de seguridad para prevenir contagios por Covid 19 que contó con guantes y mascarillas como elementos indispensables en toda la maniobra simulada.
