En el recinto ubicado dentro de la fortaleza de Monte Boi en Baiona sólo se conserva una estructura, que funcionó como almacén de pólvora.
Por todos es conocido el poder del que gozó Baiona a lo largo de la historia, sobre todo a partir del S.XV con el Descubrimiento y después de que los Reyes Católicos le otorgasen la Carta Puebla convirtiendo a este enclave junto a Coruña en los dos únicos puertos de toda Galicia que gozaban de privilegios para poder comerciar con el exterior. Además otorgaba favores a las 200 familias que así pudieron asentarse en el interior de la muralla, construida entre los S.XI y S.XVI, y que tenían ventajas sobre los que habitaban en extramuros.
Si bien es cierto que la cantidad de información y referencias históricas sobre el recinto amurallado de 3 kilómetros de longitud que blindó a Monte Boi de múltiples ataques es más que abundante, esto no se repite con la misma magnitud si nos referimos a la aldea que estuvo asentada en su interior. Existen referencias que indican que el poblado fue derruido por completo por orden de Juan Feijóo en el SXVII, sin embargo planos realizados un siglo después constatan la permanencia de muchas edificaciones y es más, otros aseguran que los cimientos del asentamiento permanecían a finales del XIX y que fue el propio José Elduayen Gorriti el que ordenó su eliminación. Sin embargo llama la atención una estructura que a día de hoy se conoce popularmente como 'Casa de Pedro Madruga', que está en un estado de completo abandono y hace más de 200 estaba inventariada como 'almazén de Madruga'. La estructura, propiedad de Turespaña, comparte espacio con escombros y restos de materiales de obra, aunque para ella hay contemplado un proyecto de recuperación para convertirla en un centro de interpretación de la muralla elaborado en 2009 y que por el momento está paralizado.
En la actualidad es la única que se conserva y quizás esta denominación fue la que provocó la asociación con la residencia del sanguinario Don Pedro Álvarez de Sotomayor, gran enamorado de castillos y fortalezas, pero también de la sangre y el sufrimiento ajeno cargando contra todo aquel que simpatizase con los Reyes Católicos. Pese a que la creencia popular afirma que ahí vivió el señor feudal, no hay documentación que lo confirme pero si los usos a los que fue destinado el inmueble, siempre relacionados con almacenaje de munición o relacionados. En el libro "2.000 años de historia del Castillo de Monte Real" de Martín Barreiro explica que tras ser nombrado Conde de Camiña, Madruga cruza el Miño con sus tropas arrasando Tui y haciéndose con la península de Monte Boi y cita textualmente: <<después de pasar a cuchillo a muchos de los baioneses que habitaban fuera de la fortaleza. De entonces data la construcción que se conserva y que tradicionalmente lleva su nombre>>.
Su interior está dividida en dos estancias y en la parte inferior apunta a que en algún momento, por su disposición, pudo funcionar como caballerizas. Sin embargo la existencia de una gran chimenea 'suspendida' en lo que equivaldría a la segunda planta, evidencia que también tuvo finalidad residencial. Sobre y todo y teniendo en cuenta que la instalación de una chimenea en un espacio cargado de pólvora no tiene demasiado sentido. n
Si bien es cierto que la cantidad de información y referencias históricas sobre el recinto amurallado de 3 kilómetros de longitud que blindó a Monte Boi de múltiples ataques es más que abundante, esto no se repite con la misma magnitud si nos referimos a la aldea que estuvo asentada en su interior. Existen referencias que indican que el poblado fue derruido por completo por orden de Juan Feijóo en el SXVII, sin embargo planos realizados un siglo después constatan la permanencia de muchas edificaciones y es más, otros aseguran que los cimientos del asentamiento permanecían a finales del XIX y que fue el propio José Elduayen Gorriti el que ordenó su eliminación. Sin embargo llama la atención una estructura que a día de hoy se conoce popularmente como 'Casa de Pedro Madruga', que está en un estado de completo abandono y hace más de 200 estaba inventariada como 'almazén de Madruga'. La estructura, propiedad de Turespaña, comparte espacio con escombros y restos de materiales de obra, aunque para ella hay contemplado un proyecto de recuperación para convertirla en un centro de interpretación de la muralla elaborado en 2009 y que por el momento está paralizado.
En la actualidad es la única que se conserva y quizás esta denominación fue la que provocó la asociación con la residencia del sanguinario Don Pedro Álvarez de Sotomayor, gran enamorado de castillos y fortalezas, pero también de la sangre y el sufrimiento ajeno cargando contra todo aquel que simpatizase con los Reyes Católicos. Pese a que la creencia popular afirma que ahí vivió el señor feudal, no hay documentación que lo confirme pero si los usos a los que fue destinado el inmueble, siempre relacionados con almacenaje de munición o relacionados. En el libro "2.000 años de historia del Castillo de Monte Real" de Martín Barreiro explica que tras ser nombrado Conde de Camiña, Madruga cruza el Miño con sus tropas arrasando Tui y haciéndose con la península de Monte Boi y cita textualmente: <<después de pasar a cuchillo a muchos de los baioneses que habitaban fuera de la fortaleza. De entonces data la construcción que se conserva y que tradicionalmente lleva su nombre>>.
Su interior está dividida en dos estancias y en la parte inferior apunta a que en algún momento, por su disposición, pudo funcionar como caballerizas. Sin embargo la existencia de una gran chimenea 'suspendida' en lo que equivaldría a la segunda planta, evidencia que también tuvo finalidad residencial. Sobre y todo y teniendo en cuenta que la instalación de una chimenea en un espacio cargado de pólvora no tiene demasiado sentido. n
