La modificación de las Normas Subsidiarias flexibiliza actuaciones en núcleos rurales
Con la publicación en el Boletín de la Provincia de la modificación puntual número 25 de las Normas Subsidiarias de planeamiento urbanístico, Nigrán da un salto cualitativo en materia reguladora al tratarse de un documento que llevaba sin actualizarse desde 1991.
La actualización, cuya aprobación definitiva se materializó ayer, permite una serie de rebajas en las restricciones que hasta el momento imposibilitaban actuaciones en edificaciones ubicadas en núcleos rurales, y que afectaban principalmente a reformas en viviendas construidas antes de 1975, la modernización de fachadas de establecimientos comerciales, la reducción de retranqueos, o la mejora y ampliación de caminos que dadas sus características imposibilitan el paso a vehículos de emergencias. Se trata de una tramitación por la que el Concello llevaba trabajando años al considerarla obsoleta, compleja e ineficaz' al llevar en vigor y de manera estática durante treinta años, lo que acabo desembocando en incompatibilidades legales con normativas tales como la Ley del Suelo de Galicia dificultando aspectos como la renovación urbana, rehabilitaciones o la eficiencia energética resolviendo de este modo contradicciones con normas de carácter supramunicipal.
Por otro lado desde el Concello reiteraron que las modificaciones introducidas en las Normas Subsidiarias no afectan al modelo urbanístico, ni a la calificación del suelo o a la intensidad edificatoria al tratarse de aspectos que corresponden al Plan General de Ordenación Municipal.
El Plan General de Ordenación Municipal, PGOM, continúa su curso y por el momento están a la espera de recibir el visto bueno de los informes sectoriales de Portos y Augas de Galicia, que ya fueron enviados por los técnicos en el mes de marzo. Una vez se solucionen estos aspectos el siguiente será enviar el último de todos ellos, un documento medioambiental cuya previsión de respuesta está fijada en tres meses. Acto seguido y según explicó el edil de Urbanismo, Diego Moreira, el Plan estaría listo para ser enviado a la Xunta con el fin de que proceda a su aprobación definitiva. Moreira resaltó que los diferentes atrasos motivados por aspectos burocráticos imposibilitarán casi con seguridad la entrada en vigor del PGOM a finales de año. "Tardaron un año y medio en responder desde Patrimonio y en estos momentos estamos a la espera de contestación de los dos últimos enviados, que ya deberíamos de tener aquí", añadió. Mientras tanto desde el consistorio aprovechan para seguir puliendo flecos, aunque todo apunta a que habrá que esperar a 2021 para disponer del tan ansiado instrumento regulador.
La actualización, cuya aprobación definitiva se materializó ayer, permite una serie de rebajas en las restricciones que hasta el momento imposibilitaban actuaciones en edificaciones ubicadas en núcleos rurales, y que afectaban principalmente a reformas en viviendas construidas antes de 1975, la modernización de fachadas de establecimientos comerciales, la reducción de retranqueos, o la mejora y ampliación de caminos que dadas sus características imposibilitan el paso a vehículos de emergencias. Se trata de una tramitación por la que el Concello llevaba trabajando años al considerarla obsoleta, compleja e ineficaz' al llevar en vigor y de manera estática durante treinta años, lo que acabo desembocando en incompatibilidades legales con normativas tales como la Ley del Suelo de Galicia dificultando aspectos como la renovación urbana, rehabilitaciones o la eficiencia energética resolviendo de este modo contradicciones con normas de carácter supramunicipal.
Por otro lado desde el Concello reiteraron que las modificaciones introducidas en las Normas Subsidiarias no afectan al modelo urbanístico, ni a la calificación del suelo o a la intensidad edificatoria al tratarse de aspectos que corresponden al Plan General de Ordenación Municipal.
El Plan General de Ordenación Municipal, PGOM, continúa su curso y por el momento están a la espera de recibir el visto bueno de los informes sectoriales de Portos y Augas de Galicia, que ya fueron enviados por los técnicos en el mes de marzo. Una vez se solucionen estos aspectos el siguiente será enviar el último de todos ellos, un documento medioambiental cuya previsión de respuesta está fijada en tres meses. Acto seguido y según explicó el edil de Urbanismo, Diego Moreira, el Plan estaría listo para ser enviado a la Xunta con el fin de que proceda a su aprobación definitiva. Moreira resaltó que los diferentes atrasos motivados por aspectos burocráticos imposibilitarán casi con seguridad la entrada en vigor del PGOM a finales de año. "Tardaron un año y medio en responder desde Patrimonio y en estos momentos estamos a la espera de contestación de los dos últimos enviados, que ya deberíamos de tener aquí", añadió. Mientras tanto desde el consistorio aprovechan para seguir puliendo flecos, aunque todo apunta a que habrá que esperar a 2021 para disponer del tan ansiado instrumento regulador.
