UNIVERSIDAD

Vigo, en el mayor desafío de robótica educativa del país

Los estudiantes que han conseguido llegar a cabo el proyecto con el que competirán.
photo_camera Los estudiantes que han conseguido llegar a cabo el proyecto con el que competirán.
Estudiantes de Ingeniería de la Universidad se clasifican para la final Desafío Asti 2020

 Un equipo de seis estudiantes de la Universidad de Vigo, miembros de la rama estudiantil de IEEE, Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, se acaba de calificar para participar en la final del mayor desafío de robótica educativa en el país, la categoría principal del Desafío ASTI 2020, un evento en el que participan más de 120 equipos de toda España. 
     

La final estaba programada para el sábado 28 de marzo en el Museo de la Evolución Humana, en Burgos, pero debido a la situación excepcional causada por el brote y la expansión de Covid-19, se decidió posponer de momento hasta el 6 de junio.
"Llegar al final de esta competencia es una gran oportunidad para crear conciencia sobre la rama estudiantil de IEEE y demostrar que el trabajo en equipo y el interés en aprender cosas nuevas son uno de los factores más importantes en ingeniería", explican los miembros del equipo GCode Robotics, compuesta por cuatro estudiantes de la Facultad de Ingeniería de Telecomunicaciones - Elena Rodríguez, Mateo González, Miguel Salvatierra y Fernando Flores - y dos de la Facultad de Ingeniería Industrial - Ángel Fragueiro y Diego Castillo-.
 

 Un prototipo de robot diseñado y fabricado con impresión 3D para participar en la competencia, crearon un prototipo de robot que llamaron AdaLove, en honor a las matemáticas Ada Lovelace, considerada la primera programadora de la historia. 
"Para su desarrollo diseñamos y fabricamos el chasis con impresión 3D, conectamos las señales entre sí gracias al diseño de circuitos impresos y programamos el vehículo para que pueda competir en diferentes entornos", explican los alumnos, a lo que agregan que AdaLove es un robot capaz de orientarse, moverse y comunicarse de forma autónoma. Es capaz de enfrentar desafíos como resolver un laberinto, lidiar con la mayoría, lanzar pasteles, recoger cargas, moverse en una cuadrícula en el piso o incluso estacionarse "y todo esto de forma autónoma".
   Antes de ser seleccionados para la final pasaron por cuatro fases previas de temáticas variadas en las que el jurado valoró la planificación y la capacidad de presupuestar el proyecto, el diseño del prototipo en todos sus aspectos   y la creación de un algoritmo en Python para la orientación autónoma de un robot en simulación.
 “Comenzamos el diseño inicial de AdaLove el pasado mes de diciembre y  a partir de ese momento tuvimos que ir cumpliendo las diferentes fases previstas por la organización”, explican los alumnos.n

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