Manuel Diz Folgar. Coordinador del proyecto Uvigo SpaceLab

Manuel Diz Folgar: “Vigo es un polo aeroespacial con mucha capacidad y un futuro muy prometedor”

Manuel Diz, en su visita a Atlántico TV.
photo_camera Manuel Diz, en su visita a Atlántico TV.

La asociación estudiantil UVigo SpaceLab sólo lleva dos años constituída como tal, pero su primera misión espacial, BIXO, ya tiene fecha de lanzamiento a mediados de 2024 gracias a un concurso de la Federación Internacional de Astronáutica. Su coordinador, Manuel Diz Folgar, visitó recientemente Atlántico TV para hablar de ello.

UVigo SpaceLab se constituye como asociación estudiantil en 2020. ¿Cómo surgió?

En 2020 enviamos una propuesta a la Agencia Espacial Europea (ESA) que se llamaba OLLO, un satélite de tres unidades para llevar un telescopio a órbita baja y poder hacer observaciones del espacio de forma abierta. Era muy ambiciosa, pero logramos el premio de la ESA, que era un cursillo. Pero fue a partir de ahí, de esos 5 estudiantes que comenzó todo y el 16 de noviembre de ese mismo año fue cuando se publicó UVigo SpaceLab como asociación estudiantil. Pasamos de 5 a 39.

¿Cómo se convierte el proyecto OLLO en la actual misión, BIXO?

Era una propuesta demasiado ambiciosa para nuestro primer satélite y empezamos a trabajar en dos ideas en paralelo a raíz de esa: una era de observación de la Tierra y otra era la parte más biológica. Al final ganó esta última, que es lo que ahora es el proyecto BIXO. Nos empezamos a centrar en ella a principios de 2021. Ahora estamos totalmente centrados en esta misión, que es un cubesat de dos unidades con unas bacterias dentro. Vamos a ver cómo les afecta la microgravedad y la radiación en el entorno espacial y en exposiciones prolongadas.

¿En qué consiste esta misión?

Cuando esta bacteria crece en distintas colonias, se comunican entre ellas y producen un pigmento de color violeta. A través de un espectrómetro leemos el color y con un led iluminamos la muestra y somos capaces de detectar si se produce este fenómeno. La idea es hacer el experimento en tres tandas: tres, seis y nueve meses, porque la duración de un viaje de la Tierra a Marte son nueve meses. Así podríamos determinar cómo le ha afectado todo esto y cómo, en futuras misiones espaciales, si hubiera distintos tipos de bacterias, les afectaría esto incluso para enviar bacterias por el espacio. Además, cuando se produce el pigmento también produce biolaceína, que actualmente se está utilizando en investigaciones contra el cáncer. Entonces estudiando cómo se comporta el fenómeno en órbita y comparándolo con el de la Tierra nos va a permitir detectar la diferencia entre un lado y otro y cómo le afectaría en futuros viajes espaciales.

Son más de treinta alumnos de muchos grados de la UVigo. ¿Cómo es coordinar un equipo tan diverso?

Somos estudiantes de dos campus: Vigo y Ourense. Nos estructuramos en distintos departamentos (estructuras, márketing, ingeniería de sistemas, software...). Hay un responsable de esas áreas y entre todos ellos tratamos de comunicarnos lo mejor posible para optimizar los resultados. Al final somos estudiantes y le dedicamos nuestro tiempo libre a realizar la misión, eso es algo complejo.

Estuvieron presentes en el congreso New Space España organizado en Vigo. ¿Qué conclusiones sacan de él?

Lo que se vio reflejado en todo el evento es que el sector aeroespacial en Vigo y en Galicia parece algo que queda un poco alejado, pero al final somos el polo aeroespacial del noroeste de España, y eso se ha notado. Hay mucha capacidad y mucho tirón y el futuro es muy prometedor en este sentido.

¿Cree que Vigo puede ser un epicentro del sector aeroespacial español?

Yo creo que sí y se está demostrando con que cada vez hay más empresas del sector en Vigo. Aunque la futura sede de la Agencia Espacial no vaya a estar aquí, se ve claramente que hay tirón y va a seguir habiéndolo.

Alén Space nació como un spin-off de la UVigo. ¿Se ven haciendo lo mismo en un futuro?

Realmente nuestro modelo es educacional. El primer propósito es que los alumnos vengan aquí y puedan aprender. Queremos copiar un poquito la filosofía de Cal Poly, una universidad en California que empezó ya hace veinte años un laboratorio de estudiantes y que hace que cada dos años los alumnos lanzan un satélite distinto. La filosofía y el futuro que queremos que sea UVigo SpaceLab es que siga siendo una asociación de estudiantes y que cada vez se tarde menos tiempo en poder poner misiones en órbita. Como esta es nuestra primera misión, el tiempo estimado es 2024, pero queremos que sea algo más cíclico.

Precisamente ese lanzamiento de 2024 estará financiado por la Academia de Vehículos Espaciales de China gracias a un concurso que ganaron en París recientemente. ¿Cómo fue esa experiencia?

Tener la oportunidad de ir al IAC de París, conocer las empresas del sector a nivel internacional y sobre todo, haber conseguido este galardón y toda la repercusión que generó y está generando es genial. A raíz de ello nuevas empresas se han interesado por nuestro proyecto, al que le tenemos que meter mucha caña porque nos quedan muchas cosas por hacer. También necesitamos tener más colaboradores y empresas patrocinadoras.

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