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Investigadores vigueses analizan la evolución de las macroalgas

Equipo de investigación responsable del proyecto Alganat2000.
photo_camera Equipo de investigación responsable del proyecto Alganat2000.
 El proyecto Alganat2000 llega a su recta final con sus objetivos cumplidos. Los once investigadores participantes presentaron ayer a través de un taller demostrativo los importantes resultados conseguidos tras meses de trabajo y que se materializan en el desarrollo y puesta en marcha de una herramienta, Sigweb, para el cartografiado de la evolución espacial de las macroalgas y la evaluación de su estado fisiológico. 
Sigweb es un instrumento a disposición de la comunidad interesada que permitirá crear y actualizar mapas de manera automático de cobertura de las macroalgas, a partir de los datos obtenidos por los  drones con cámara  multiespectral. Esto no solo permitirá monitorizar de manera periódica las poblaciones de macroalgas, con una importante reducción del coste de los muestreos de campo, sino que también contribuirá a mejorar la gestión integral de las áreas marinas protegidas, a aumentar la frecuencia temporal del muestreo, y a integrar todos los datos en sistemas de información geográfica que se pueden nutrir de otros datos georreferenciados de diferente naturaleza.
Para el desarrollo de esta herramienta, de manera piloto el personal investigador del Grupo de Ecología Costera del Departamento de Ecología y Biología Animal, y del Grupo de Xeotecnoloxías Aplicadas del Departamento de Ingeniería de los Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Universidad de Vigo, midieron las diferentes condiciones de humedad y temperatura de las algas, tanto en laboratorio como en campo, en esta ocasión en el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas. Actualmente ,están en fase de estudio todos los datos recogidos para determinar el rango de temperatura experimentado por las diferentes especies en la bajamar, para los que se emplearon in situ sensores con los que calibrar la imagen infrarroja de la cámara espectral embarcada en el dron.
Aunque la gran similitud entre las firmas espectrales de las distintas especies de algas dificulta su clasificación mediante sensores  multiespectrales, y limita el porcentaje de acierto en su clasificación, los resultados basados en la huella espectral tienen un 70 por ciento de acierto, agrupando las algas en tres grandes bloques: verdes, rojas y  pardas.
Todos los datos recogidos se complementaron con un experimento en laboratorio para analizar la respuesta fisiológica de tres de las especies objetivo a la temperatura del aire y del agua simulando un escenario de cambio climático. El estudio puso de manifiesto que ,en estas circunstancias, el principal factor crítico es la temperatura del aire en bajamar. 

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