"No hay más remedio que incurrir en déficit, pero esto tiene que estar ligado a la pandemia y sus consecuencias, que no se trate de gastos estructurales a medio y largo plazo", aseguró ayer el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, en un encuentro mixto, virtual y presencial, en la Facultad de Económicas, organizado por la Universidad de Vigo y la Confederación de Empresarios, dentro del ciclo Coloquios en tiempos de pandemia.
El BCE calcula que habrá un incremento del ratio de deuda pública sobre el PIB entorno al 15% y, a pregunta de Atlántico, De Guindos, que no quiso entrar a valorar medidas de cada país, aseguró que "no es trivial, es una losa, pero no existe otra alternativa. No haber actuado hubiera sido peor".
Advirtió sin embargo que, una vez pasen los efectos de la pandemia, se redoblen esfuerzos de consolidación fiscal y reducción de déficit público.
Por otro lado, Luis de Guindos considera que las concentraciones y fusiones bancarias son un instrumento válido "para arreglar un problema de rentabilidad que es grave y puede llevar a dificultades". Preguntado sobre cómo afectará a la competencia el proceso aseguró que "ver el negocio bancario como en los últimos veinte años no es correcto, porque se está viendo afectado por las Fintech y otros competidores en el mundo tecnológico con unas valoraciones muy superiores a las que tienen los bancos en bolsa. Sería un error limitar la competencia a los jugadores tradicionales hay que ver otros que ya están ahí y tienen una capacidad de generación de recursos, de valoración en bolsa y de ideas y tratamiento de la información superior en ocasiones a los propios bancos", avanzó.
En cuanto al impacto de la pandemia en la banca por el incremento de la morosidad, Luis de Guindos considera que "la banca española ha hecho sus deberes en ajuste de costes, eficiencia y exceso de capacidad", pero que "debe continuar porque nos vamos a enfrentar, no solo a la pandemia, también a un escenario donde los tipos de interés serán muy reducidos y eso tiene un impacto en las cuentas de resultados de los bancos". El vicepresidente del BCE recordó que la banca española llevó a cabo "un proceso de reestructuración muy intenso y está bien preparada en términos generales", consideró.
Así que concluyó señalando que "es importante que las políticas económicas sean predecibles y con referencias claras". En este sentido destacó que "la aprobación del fondo de recuperación (europeo) es un hito fundamental y ha puesto de manifiesto la voluntad de la UE de mantenerse unida y actuar con rapidez. Es un instrumento paneuropeo y un complemento a las actuaciones nacionales".
“La recuperación es incierta por los rebrotes en todos los países”
El exministro de Economía Luis de Guindos estuvo ayer en la Facultad de Económicas de Vigo de forma virtual y fue presentado por la profesora Irene Garrido, que fue su secretaria de Estado de Economía y también presidenta del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Allí el vicepresidente del BCE habló sobre las perspectivas económicas, la respuesta de la UE y el fondo de recuperación.
Luis de Guindos explicó que "tras una caída de la actividad sin precedentes, próxima al 15%," se produjo un rebote en el tercer trimestre pero la actividad se ha ideo desacelerando desde agosto. Las proyecciones del BCE apuntan a un rebote del 8% en el tercer trimestre, en tasas trimestrales. "La recuperación es incierta, por los rebrotes en todos los países europeos, la esperanza es la vacuna", subrayó De Guindos, que remarcó que "la situación es de enorme incertidumbre". Así estima que hasta finales de 2022 no se alcanzarán niveles de renta y producción de antes del inicio de la crisis.
Además se trata de "una recuperación desigual, la pandemia es igual pero las consecuencias son asimétricas, afectan más a los servicios que a las manufacturas y se va viendo que existe una dispersión por países".
Por todo ello destacó la "importancia de las actuaciones de política económica" y apuntó que "la política fiscal tiene que adaptarse a estas diferencias. Aseguró que la respuesta de la UE no tiene precedentes con inyección de liquidez a los bancos para mantener flujo de crédito. Consideró "fundamental que seamos capaces de mantener a las empresas vivas y resistiendo" y para ello la política fiscal "es la primera línea de defensa".
A su juicio el principal logro del BCE y las autoridades fiscales ha sido que "la crisis sanitaria no se transforme en crisis de deuda".
Los riesgos para la estabilidad financiera pasan, en su opinión, por la acumulación de deuda de empresas y familias, pero también la baja rentabilidad del sistema bancario europeo: "Los bancos tienen que actuar con fusiones y adquisiciones y mejorar ratios".
