UNIVERSIDAD

El Certamen de Oratoria propuso autores clásicos a políticos de Vigo

Los alumnos mostraron sus destrezas en el salón de actos.
photo_camera Los alumnos mostraron sus destrezas en el salón de actos.

 Alumnos de la Facultad de Filología y Traducción mostraron ayer sus dotes persuasivas para convencer al alcalde y a los miembros de la corporación municipal viguesa sobre qué autores clásicos, griegos o latinos, deberían tener como libro de referencia para que les ayude a gobernar mejor. 


Un total de 34 alumnos del grado de  Ciencias da Linguaxe e Estudos Literarios (son los estudios de filología gallega y española”) subieron al estrado del salón de actos de la facultad para defender ante un jurado y ante sus compañeros a un autor clásico como lectura obligada de los políticos vigueses. 
Era la cuarta edición del Certamen de Oratoria, convertido ya en un espectáculo de sabiduría y “buen decir”. De haber asistido al acto, los políticos hubieran podido apuntar más de una idea lanzada por estos oradores. 
Es una iniciativa del profesor Francisco José Ledo Lemos, que imparte la materia de Retórica en segundo curso del grado en Ciencias da Linguaxe e Estudos Literarios. Explicó que la edición de este año se celebra tras las elecciones municipales y una campaña electoral en la que también abundaron los discursos de los políticos
Los clásicos se reparten por sorteo entre los alumnos, aunque nadie lo hubiera imaginado por el entusiasmo con el que defendieron su candidatura. Tras dar unas pinceladas sobre su vida y obra, los oradores explicaron los motivos por los que estos clásicos tienen plena vigencia y utilidad, además de entretener. El acto fue presentado por el decano de Filología y Tradución, Luis Alonso Bacigalupe, y el propio profesor Ledo.
A la primera alumna le tocó defender a Hesíodo, el primer filósofo griego autor de “Los trabajos y los días”, que escribió sobre el recto proceder de los seres humanos y dijo que la vida es esfuerzo y hay que enfrentarse a ella con entereza. El siguiente concursante defendió a Anquiloco, el primer autor cómico, defensor de la flexibilidad y el diálogo que enseñó a “no caer en personalismos ególatras”. Y así hasta 34 autores.  Los discursos incluyeron múltiples consejos a los políticos recién salidos de las urnas, por ejemplo que administren bien una mayoría tan aplastante y no se olviden de los ciudadanos, que conozcan bien las necesidades de la gente y se preocupen no solo de los aspectos estéticos de la ciudad sino también de algo más inmaterial y que cultiven virtudes del buen gobierno como la resistencia, el honor, la cooperación o el equilibro. Hay quien incluso identificó al alcalde y sus ediles con la escultura de los rederos. Entre los alumnos había una eslovaca, una brasileña y varios senior.n
 

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