El 60% de los profesores de la UVigo se jubila en menos de 20 años

La UVigo homenajeó al personal jubilado en el campus de Vigo hace unos meses.
photo_camera La UVigo homenajeó al personal jubilado en el campus de Vigo hace unos meses.
La elevada edad media del profesorado universitario hará que a partir de 2028 la entidad viguesa promedie 60 jubilaciones anuales por las 25 que registra actualmente

Es uno de los problemas endémicos, ya no sólo de la UVigo, sino de la universidad española, y sus efectos comenzarán a verse ya en los próximos años. La elevada edad media del claustro amenaza con provocar problemas de falta de profesorado a medida que los docentes se vayan jubilando, cada vez a un ritmo mayor. Y es que, según las proyecciones manejadas por la Universidad, entre 2028 y 2038, se jubilarán unos 600 docentes de los aproximadamente 1.000 que actualmente forman parte de la plantilla permanente de la UVigo, esto es, el 60% del personal en menos de 20 años.

En los últimos cinco años, cada curso la UVigo registró entre 21 y 25 bajas, siendo la gran mayoría (20 en 2020, 21 en 2019, 19 en 2018, 16 en 2017 y 20 en 2016) jubilaciones, tanto voluntarias como forzosas. El vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, Manuel Ramos, indica que estas cifras crecerán ostentosamente hasta 2028, año en el que se estabilizarán en números cercanos a las 60 o 70 por año. 

“Uno de cada cuatro profesores de la UVigo decide esperar a los 70 años para jubilarse y el resto lo hacen antes”, apunta Ramos. La edad media en la institución viguesa está en torno a los 64, y tomando esto como referencia las proyecciones apuntan que entre 2028 y 2038 dejarán la universidad alrededor e 600 docentes –60 cada año–, más de la mitad del claustro permanente de la UVigo en la actualidad.

De cara al futuro, Ramos plantea convertir este problema en una oportunidad: “Los que entramos en el 1990 pusimos en marcha esta universidad y ya dimos de nosotros lo que podíamos, es bueno que llegue una nueva generación”. Así, la institución ya se ha puesto manos a la obra para rejuvenecer su plantilla. “Hemos rebajado los criterios para que los profesores empiecen su carrera permanente en la universidad y durante tres años los candidatos pueden convivir con los más veteranos para adquirir esa formación”, comenta el vicerrector. Además, nuevas figuras como los investigadores distinguidos ayudan a atraer más talento a la universidad.

“Cuando los alumnos te empiezan a tratar de usted, hay que pensar en jubilarse”

La micóloga Marisa Castro se jubiló el pasado curso.

Marisa Castro, a sus 65 años, decidió jubilarse el curso pasado tras tres décadas como profesora titular en el departamento de Biología Vegetal y Ciencias de Suelo de la Universidad de Vigo. Es una de las micólogas más importantes de Galicia y su pasión por la docencia es palpable: “Fraga decía que era un animal político; yo siempre dije que soy un animal docente”, ironiza.

Pero el ritmo que exigían las docencias de grado, especialmente desde la implantación del Plan Bolonia, se volvió insostenible para la bióloga: “Hay muchísimos alumnos y tenemos que hacer muchas actividades pra la evaluación continua, te vuelve loco trabajar con grupos de más de 60 personas”. 

Las complicaciones que la pandemia añadió a la docencia fueron otra de las razones principales que empujaron a Marisa a jubilarse pese a adorar su profesión: “Siempre presumí de que a mis clases venían el 90% de los alumnos y verme ahora hablándole a una máquina fue duro”.

“Siempre tuve algo claro, y es que cuando los alumnos empiezan a tratarte de usted, es el momento de pensar en jubilarse”, bromea Marisa, pues esta circunstancia también empezaba a darse cuando tomó la decisión. Eso sí, todavía sigue vinculada a la universidad –su jubilación fue parcial– tutorizando tesis, TFM y TFG y colaborando en el Programa Universitario de Mayores.

Y es que ahora esta bióloga trabaja “mucho más relajada. A mi me preocupan mucho los alumnos y con el covid llegaba a trabajar 11 horas diarais de lunes a domingo. Ahora si un día no hago algo de investigación no pasa nada y tengo los horarios que me apetecen". 

Marisa asegura que dar clase a los mayores “es muy gratificante. Te enseñan muchas cosas. La docencia siempre es bidireccional, pero en este caso mucho más”.

Problemas para renovar plantilla en el ámbito tecnológico

“Por ahora vamos haciendo la renovación de plantilla de forma gradual”, señala el vicerrector Manuel Ramos, que vaticina que dentro de 7 años “tendrá que ser en bloque. En ese momento habrá que buscar 50 personas nuevas cada año”. Eso sí, aclara también que a esa situación llegarán todas las universidades españolas, pues la elevada edad media del claustro no es un problema específico de la UVigo.

En los departamentos que tienen menos ‘cantera’ de docentes habrá más problemas para encontrar personal, pues habrá ‘peleas’ entre todas las universidades españolas. En la UVigo preocupa, por lo general, el ámbito tecnológico. “En los que hay más tradición de hacer tesis y formación en los laboratorios, como puede ser física, química o biología no habrá problemas", indica Ramos. En el caso de las ingenierías “habrá que actuar ya para tener personal formado” y cubrir las jubilaciones a buen ritmo.

Así, mientras el ámbito científico no preocupa y el tecnológico sí, en el resto de áreas no hay una problemática general y extendida, pero algunos departamentos cuentan con más ‘cantera’ de docentes que otros.

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