¿Cómo dormirse en 2 minutos? El método que usa el ejército americano con sus soldados

Este método científico permite alcanzar el sueño de noche o de día, en cualquier condición, en menos de dos minutos

El insomnio es uno de los trastornos del sueño más frecuentes en la población general. Los malos hábitos de sueño y alimenticios, el consumo de alcohol o drogas, el estrés o la ansiedad son algunas de las posibles causas de este trastorno que puede derivar en problemas de salud más graves como la diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Para dar solución a este problema, la Escuela de Pre-Vuelo de la Marina de los Estados Unidos desarrolló un método científico para dormirse de día o de noche, en cualquier condición, en menos de dos minutos.

Este método asegura una tasa de éxito de 96%, tras haber practicado durante 6 semanas. Después de este tiempo, los pilotos podían quedarse dormidos en dos minutos o menos sin importar el ruido de ametralladoras de fondo.

El método del ejército estadounidense

En primer lugar, la persona debe comenzar a relajar los músculos de la cara uno a uno, incluyendo lengua, pómulos, frente, mandíbula y los seis músculos que rodean las cuencas oculares. A menudo nos acostamos con el ceño fruncido y los ojos apretados. Si tratamos de relajarlos, poco a poco notaremos una sensación de alivio sin estrés que incomode.


En segundo lugar, debemos centrarnos en la tensión de nuestros hombros, tratando de relajarlos y dejarlos caer tan abajo como se pueda. Después hacer lo mismo con cada brazo. Primero uno, luego el otro.

El tercer paso tiene que ver con controlar la respiración: inhalar y exhalar relajando el pecho. Mientras, trataremos relajar las piernas igual que hicimos con los brazos, una por una.

Después de completar estos pasos, es momento de dedicar diez segundos de nuestro tiempo a despejar el desorden de nuestra mente.

Bud Winter sugiere en su libro imaginar una de las siguientes tres imágenes mentales

La primera de ellas consiste en imaginarse yaciendo en una canoa en mitad de un lago sereno, con un cielo azul sobre nuestras cabezas. La segunda de ellas, que nos imaginemos acurrucados en una hamaca de terciopelo negro dentro de una habitación completamente oscura. La tercera imagen consiste en repetirse "no pienses, no pienses, no pienses" una y otra vez durante diez segundos.

La teoría dice que con la práctica poco a poco se van perfeccionando los pasos y la persona va adoptando una rutina de relajación que a largo plazo inducirá a un placentero sueño.

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