La tecnología para adultos llega a las ferias de electrónica

Imagen de la edición del pasado año de la feria de electrónica CES de Las Vegas.
photo_camera Imagen de la edición del pasado año de la feria de electrónica CES de Las Vegas.
La mayor del mundo, CES de Las Vegas, se abre por primera vez a los productos para el sexo

 La feria de electrónica de consumo CES, la mayor del mundo y que se celebrará en la ciudad de Las Vegas (EEUU) la próxima semana, abre sus puertas por primera vez en esta edición a la tecnología de carácter sexual, después de la polémica del año pasado en este campo. La CES 2020 empezará formalmente el martes 7 de enero y durará hasta el viernes 10, aunque previsiblemente los días con más novedades serán hoy  domingo 5 y mañana lunes 6, jornadas que están habilitadas únicamente para la prensa.
Con más de 170.000 visitantes registrados y 4.500 exhibidores (1.200 de ellos coresponden a empresas emergentes), la novedad radica en que la CES se convertirá este año en el escaparate ideal para multitud de compañías que han creado productos "para adultos" y que hasta ahora tenían una visibilidad limitada por las restrictivas políticas de la feria.
A mediados del pasado año  2019, la Asociación de Tecnología para Consumidores (CTA, por su sigla en inglés), organizadora del evento, decidió que 2020 fuese un "año de prueba" en el que por primera vez se pudiesen mostrar abiertamente productos como vibradores, juguetes sexuales y otros dispositivos estimulantes, e incluso se creó un premio de tecnología sexual dentro de la categoría de salud y bienestar.
El anuncio de los organizadores  rompió con una tradición de años en la CES que prohibía de forma explícita en sus políticas la exhibición de productos que pudiesen ser percibidos como "inmorales, obscenos, indecentes, profanos o que no estuviesen a la altura de la imagen de la CTA".

Un gran revuelo
Esta norma provocó gran revuelo durante la edición del año pasado, cuando la organización le condedió un premio y posteriormente le retiró el galardón a la empresa emergente Lora DiCarlo por la fabricación de Osé, un robot de masajes femenino para estimular el orgasmo.
Según sus creadores, Osé está diseñado para "imitar las mejores características de los tocamientos humanos" y combina un masajeador del punto G con una boca de clítoris para "excitar y estimular ambos puntos de placer de forma simultanea".
La decisión de retirar el galardón causó indignación entre asistentes, exhibidores, medios de comunicación y en las redes sociales, al considerarse una medida sexista que menoscababa un producto destinado al disfrute sexual de las mujeres.
Tal fue la controversia que la CTA se vio forzada a volver a considerar válido el premio, a emitir una disculpa pública y a comprometerse a reconsiderar su política con relación a la tecnología sexual, lo que unos meses más tarde derivó en la decisión de que la edición de 2020 fuese un "año de prueba" en este sentido y se relajasen las políticas restrictivas.

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