Seguridad

La protección bancaria, una prioridad en la etapa digital

Los ataques y vulnerabilidades a los bancos y el acceso a las cuentas de los clientes son los que más preocupan.
photo_camera Los ataques y vulnerabilidades a los bancos y el acceso a las cuentas de los clientes son los que más preocupan.

La seguridad bancaria es una prioridad ante los ataques de ciberdelincuentes, por lo que las entidades fomentan la educación y cultura de prevención informática entre su personal y clientes.

El ecosistema de la ciberdelincuencia sigue evolucionando y transformándose, los ataques cibernéticos son cada vez más frecuentes, complejos y sofisticados. La actividad cibercriminal afecta tanto a las entidades bancarias como a los usuarios, aprovechando los recovecos, vulnerabilidades y déficits de los sistemas y procesos de los sistemas operativos, y en otros casos, la confianza en los clientes ante correos electrónicos y mensajes SMS.

La gestión de riesgos digitales es una preocupación para el sistema económico, clientes y entidades. El actual tejido empresarial según el “Informe sobre madurez digital en España 2020-2021” ofrece un panorama en materia de ciberseguridad dual. Por un lado están las entidades que carecen de una estrategia de protección bien definida y está lejos de cumplir con el modelo de Organización Digitalmente Protegida. Estas empresas representan el 56% del mercado.

Por otra parte están aquellas entidades que con la transformación digital y la inversión en nuevas tecnologías buscan respuestas innovadoras, mejorar los servicios de los clientes y hacen frente a los retos de la ciberseguridad. Entre ellas se encuentran las empresas de banca, telecomunicaciones y medios de comunicación, seguros o energía.

Los ataques y vulnerabilidades a los bancos y el acceso a las cuentas de los clientes son los que más preocupan a la población. Desde empresas de consultoría digital como GDS Modellica recomiendan a estas entidades realizar diferentes pasos para aumentar la seguridad y la comprobación de accesos: las estrategias de resiliencia cibernética a seguir por los bancos son: analizar, identificar y evaluar los posibles riesgos, adoptar y mantener una estrategia de prevención en materia de ciberseguridad acorde a los riesgos específicos y tener la capacidad de anticipar acciones para aminorar ataques.

Para conseguir estos objetivos es importante definir y facilitar el desempeño de funciones y responsabilidades del personal involucrado para gestionar y supervisar con eficacia esa estrategia. Además, en caso de accesos no autorizados las entidades deben establecer procesos de seguimiento para detectar los incidentes y evaluar controles, evaluar la naturaleza, alcance e impacto del incidente y tener la capacidad para restablecer la actividad tras un ataque, revisando las estrategias para evitar que vuelvan a ocurrir.

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