nnn Muchos empresas y usuarios han valorado en los últimos años si es factible la inversión en una impresora 3D, una herramienta que aporta grandes ventajas e independencia a la hora de crear dispositivos personalizados. Entre los ejemplos más recientes de las ventajas de este tipo de impresión está el impulso a la creación de proyectos de pantallas de protección contra el covid-19. Entre los aspectos más destacados de este tipo de impresión están los siguientes:
4 Innovación: una impresora 3D permite tener una identidad propia, poder fabricar nuevos productos, investigar en conceptos nuevos, innovar y crear productos originales. Esto es realmente importante a la hora de realizar prototipos, cambiar cosas de un momento para otro o tan solo probar cuando se quiera un concepto sin necesidad de recurrir a terceras empresas.
4 Rapidez: al poder contar con una impresora 3D se pueden hallar miles de prototipos de cara a investigar para productos futuros, pudiendo también replicar rápidamente alguna innovación de la competencia en caso de que estos sean los que den el primer golpe dentro del sector en cuanto a innovación se refiere.
4 Coste: si la empresa quiere centrarse en la innovación o en la elaboración rápida de posibles prototipos nunca puede faltar una impresora de estas características. A la larga la inversión supone un ahorro de dinero y siempre está disponible. Una impresora 3D puede costar desde los 300 euros hasta más de 6.000, dependiendo de sus características y su orientación doméstica o profesional.
4 Amplia comunidad de usuarios en internet: en la actualidad existen miles de páginas web con todo tipo de modelos 3D listos para imprimir una amplia variedad de artículos, piezas y productos.n
