Una carcasa con luz ultravioleta: la solución para unos cajeros desinfectados

El hombre aseguraba que fue secuestrado en un cajero.
 Una empresa con base en el municipio coruñés de Negreira ha discurrido un innovador sistema con el que las entidades bancarias pueden haber encontrado la solución a la desinfección de sus cajeros automáticos a raíz de la aparición del coronavirus.

El método, denominado Disys y desarrollado por la corporación tecnológica Tevalcor, consiste en una carcasa que protege totalmente el cajero y que realiza un permanente proceso de desinfección con luz ultravioleta, el cual se detiene momentáneamente mientras el usuario va a proceder a realizar una operación.

Una vez utilizado el cajero, el tiempo mínimo para que pueda ser usado de nuevo una vez quede totalmente desinfectado e higienizado es de 30 segundos, de forma que al aproximarse un nuevo usuario la mampara volvería a abrirse al detectar su presencia mediante un sensor.

"Ante el problema que ha aparecido para nuestras vidas lo que hemos intentado es buscar algo que podamos aportar a la sociedad para proteger a la gente", dijo a Efe el gerente de la compañía Gonzalo Varela.

Tevalcor, que ha obtenido diferentes reconocimientos internacionales en innovación tecnológica y colabora con marcas de renombre, tiene capacidad para fabricar hasta un centenar de este tipo de carcasas en sus talleres de Negreira, lo que podría ser una óptima solución para proteger a los usuarios de los aproximadamente 50.000 cajeros automáticos que hay en España.

El gerente de la compañía ha avanzado que algunas entidades financieras ya han mostrado interés por esta nueva solución tecnológica y que representantes de la Xunta de Galicia realizarán a mediados de mayo una visita a las instalaciones de la empresa para comprobar in situ su funcionamiento.

Este sistema, que utiliza radiación ultravioleta tipo C, "el único capaz de desinfectar y ser efectivo ante gérmenes y virus", apostilla Varela, es utilizado ya para la desinfección de determinadas zonas en centros hospitalarios y posee "una efectividad del 99 % en función del contacto de la luz ultravioleta sobre una determinada superficie".

Al poseer una radiación tan potente, que puede resultar dañina para la epidermis, el haz de luz se apaga mientras la persona hace uso del cajero, precisa Gonzalo Varela, que apunta que el innovador método puede ser válido también para la higienización y desinfección de otros sistemas de uso colectivo, como podrían ser por ejemplo los expendedores automáticos de billetes para transporte público. EFE

jrs/am

(Esta información forma parte del especial de la Agencia EFE sobre los cambios sociales, económicos y culturales que pueden derivarse de la crisis sanitaria y que pretende contribuir al debate sobre lo que vendrá "después del coronavirus").

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