Asistencia digital y privacidad, en busca del difícil equilibrio

Los servicios de teleasistencia son cada vez más utilizados por los mayores.
photo_camera Los servicios de teleasistencia son cada vez más utilizados por los mayores.
Los servicios de teleasistencia a través de cámaras y micrófonos deben respetar la protección de datos, la dignidad de las personas y lo límites legales de la intimidad personal.
Los avances en el sector de las comunicaciones y la aplicación de herramientas digitales para mantener la seguridad y salud de los mayores y personas con problemas de movilidad.
El uso de cámaras y micrófonos para el cuidado a distancia de las personas mayores en sus hogares es una realidad desde hace años, pero tras el confinamiento domiciliario de los meses de la primera mitad de 2020 provocado por el covid-19 el uso de estos sistemas se volvió necesario en muchos hogares, una necesidad que abre un debate entre el derecho a la privacidad y los beneficios tecnológicos para ese fin, por lo que la seguridad de los datos personales y la protección de las comunicaciones se ha vuelto imprescindible para la implantación de estas aplicaciones cuyo fin es cuidar y velar por la salud de quienes lo necesitan.
Estos sistemas de vigilancia necesitan de mecanismos legales que garanticen en la práctica la buena utilización de la información obtenida con el material audiovisual, y en especial, proteger la dignidad y la intimidad de quien esté siendo grabado.
El investigador del Departamento de Tecnología Informática y Computación de la Universidad de Alicante (UA) Francisco Flórez lidera dos proyectos europeos, visuAAL y GoodBrother, que pretenden analizar los límites éticos y legales sobre el empleo de cámaras y micrófonos para ofrecer servicios en hospitales, domicilios y entornos comunitarios, salvaguardando la privacidad de los usuarios.
Según Flórez, "las tecnologías para un envejecimiento activo y saludable tienen un gran potencial para contribuir a solucionar estas demandas sociales y de atención médica mientras se benefician de las oportunidades". No obstante, admite, existe la preocupación de que vídeos o audios sin procesar puedan ser observados o escuchados por "espectadores" no autorizados y almacenados para un uso inapropiado.
Buscar un equilibrio entre la preservación de la privacidad de las personas mayores y el desarrollo de servicios básicos en el cuidado de este colectivo, de una manera que proteja y tranquilice a los usuarios, en un objetivo fundamental en el que todas las partes, cuidadores y cuidados, deben tener claros sus derechos y limitaciones. También hay que tener en cuenta que con las nuevas tecnologías se puede pixelar o emborronar parte de las imágenes registradas y modificar el documento sonoro grabado para no quebrantar los derechos a la privacidad.
La cultura desempeña "un papel importante" en este ámbito, afirmó Flórez. En países como España e Italia hay una tradición familiar más cohesionada y se puede llegar a aceptar mejor manera el empleo de cámaras para monitorizar a las personas mayores, en comparación con los países nórdicos.

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