El volcán de La Palma obliga a evacuar más municipios y cancelar vuelos

La erupción volcánica en Cumbre Vieja, en los alrededores de Las Manchas, en El Paso.
photo_camera La erupción volcánica en Cumbre Vieja, en los alrededores de Las Manchas, en El Paso.
La lava obligó a evacuar a los vecinos que aún permanecían en las zonas amenazadas y ya destruyó a su paso 420 edificaciones

El volcán de la isla de La Palma presenta una nueva boca eruptiva y una mayor explosividad, lo que obligó ayer a evacuar a los vecinos que aún permanecían en tres de las zonas más amenazadas.

Y es que la explosividad de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, que comenzó el domingo pasado, se intensificó y se percibe en la mayor parte de La Palma, a lo que se suma un aumento de la expulsión de material piroclástico.

Además, el volumen de emisión de cenizas se intensificó, hasta el punto de que las compañías aéreas que operan conexiones con La Palma desde otras islas del archipiélago de las Canarias (Binter Canarias y Canaryfly) han tenido que suspender sus vuelos temporalmente. 

Ante todo ello, la dirección del Plan Especial de Protección Civil ante Riesgo Volcánico (Pevolca) comenzó a evacuar a la población que aún permanecía en los barrios de Tajuya, Tacande de Arriba y Tacande de Abajo, (alrededor de 300 y 400 vecinos) por lo que el número de desalojados supera ya las 5.700 personas contabilizadas anteriormente. 

Casi el 80% buscará acomodo en casas de familiares y amigos que residen en la isla. Los demás serán trasladados al albergue de emergencia habilitado en el cuartel El Fuerte, de Breña Baja, explica el concejal Ómar Hernández, responsable del operativo montado en el campo de fútbol de El Paso, el punto de reunión.

Los vecinos relataron que apenas tuvieron quince minutos para salir de sus viviendas y llevarse algunas de sus pertenencias.

190 HECTÁREA ARRASADAS

Unos datos en los que redundan las últimas mediciones del sistema de observación europeo Copernicus: la lava cubre 190,7 hectáreas y destruyó a su paso 420 edificaciones y 15,2 kilómetros de carreteras, lo que supone que en solo dieciocho horas el magma ocupa 10,6 hectáreas más de terreno y devastó 30 inmuebles. Estas cifras irán en aumento, dado que las estimaciones de Copernicus se basan en mediciones de la víspera.

Por otra parte, los expertos indican que la colada más avanzada -la que alcanzó la zona de Todoque, de 1.200 habitantes- prácticamente no se mueve y no se sabe si finalmente llegará al mar. Sin embargo, la que permanecía parada se reactivó (avanza a unos 12 metros por hora, aunque llegó a picos de 33 metros/hora) y transporta restos del cráter tras las explosiones del miércoles.

La columna eruptiva alcanzó una altura de 6 kilómetros sobre el nivel del mar y ya se detectaron cenizas finas en la próxima isla canaria de La Gomera. La sismicidad continúa en bajos niveles, aunque no se descarta la posibilidad de sismicidad sentida, y se siguen registrando temblores de tipo largo periodo, asociados a la actividad explosiva, al tiempo que se descarta que se produzca lluvia ácida en las próximas horas.

Las deformaciones del suelo siguen mostrando una tendencia estable y la estimación de la tasa de emisión de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera continúa en tasas superiores a las 12.000 toneladas diarias. Para las próximas horas se prevé un giro del viento a alturas comprendidas entre los 3.000 y 5.000 metros, lo que hará desplazar la nube de cenizas hacia el nordeste, evitando así afecciones a la navegación aérea. 

Los agricultores ayudan a los desalojados, a pesar de las graves dificultades en su sector 

Muchos agricultores de la isla de La Palma están poniendo sus medios para ayudar a los desalojados de las viviendas afectadas por la erupción volcánica, a pesar de que el sector de la zona, especialmente el plátano, tiene un futuro incierto. “Ahora lo importante son las personas”, aseguran desde la Cooperativa agrícola Volcán de San Juan, que aboga por poner todos los medios a disposición de las personas que lo necesiten.

Así ya lo hicieron varios agricultores y uno de ellos manifestó que la situación no es fácil para nadie, pero menos para las personas que perdieron sus viviendas y propiedades. Tiene una empresa de transporte y este es un día de mucha faena para él, ya que ayudó en el desalojo de varias viviendas.

Desde la cooperativa Volcán de San Juan, en La Laguna, piensan igual: “Deberíamos tener nuestros camionetas e incluso nuestros trabajadores al servicio de los afectados”. La zona agrícola afectada incluye unas 700 hectáreas de plátano y está considerada una de las más rica de la isla, pero ahora la actividad está casi parada. En la cooperativa reconocen que la situación del plátano es muy complicada, ya se está en la recolección y la ceniza que está cayendo araña la fruta y la estropea y no se puede procesar.

Esperan que el decreto ley que se aprueba el martes pueda compensar las pérdidas, ya que las erupciones volcánicas no están incluidas en los seguros agrarios. De esta forma se quiere evitar que los agricultores tengan que correr a recoger la poca fruta no dañada en la zona afectada por la erupción.

Afirman, además, que muchos agricultores casi tienen que dar la vuelta a la isla para recoger “ocho piñas”, por lo que se estableció una “zona cero” en la que está prohibido recoger la fruta y otra en la que se analizará la situación de la producción dañada por la ceniza volcánica, pero insisten en que hay que olvidarse “del tema de los plátanos. Ahora lo importante son las personas”. 

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