Con motivo del Día Nacional sin Juego de Azar celebrado ayer, la Federación de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar) centró su mensaje en solicitar al Gobierno que dé competencias al Ministerio de Sanidad para que intervenga y eleve la patología del juego a la categoría de la adicción, equiparando su problemática a quienes se encuentran enganchados a las drogas, al alcohol o al tabaquismo. Los psicólogos que trabajan con el problema enumeran varias casuísticas y razones por las que se inclinan a definir la ludopatía y los juegos de azar como una adicción.
Según datos facilitados por Fejar, el 93% de pacientes tratados por su adicción al juego son hombres, más de la mitad tiene más de 35 años, pero detectaron que casi el 3% tiene menos de 20 años, el 26% está en la franja de edad de entre 20 y 30 años y un tercio de ellos entre 30 y 40 años. Además, el 41% están casados, el 16% en situación de desempleo, casi el 60% tienen algún tipo de actividad remunerada, en torno al 8% son estudiantes y un 6% están jubilados.
las tragaperras
Las máquinas tragaperras es el principal problema entre los juegos de azar con un 32% del total de casos tratados, siendo internet el segundo foco más importante con un 16% de casos, y le siguen, por este orden, las loterías con el 11,27%, en los casinos hay un 10,60% de afectados y en las quinielas existe una incidencia del 10,18% de casos, bajando al 5% las partidas de cartas y al 4% los bingos y otra clase de juegos.
Para José Manuel Recouso, psicólogo de la asociación Agalure, con sede en A Coruña, la patología en el juego es "un problema sociosanitario que las administraciones consideran que lo tienen cubierto por las unidades de conductas adictivas -UCA- cuando no es cierto, porque la realidad es que no está cubierto", afirmó. Así, Fejar solicitó que Sanidad tome cartas en el asunto y que el juego también sea una de las competencias del Ministerio porque, "al igual que en otras adicciones, hay que unificar criterios para un tratamiento". n
