Sociedad

Imitar al comisario Villarejo tiene precio: desde 387 euros

Un cliente, ataviado con el kit del comisario Villarejo que está a la venta.
photo_camera Un cliente, ataviado con el kit del comisario Villarejo que está a la venta.
El kit, dirigido a personas sin experiencia, incluye micrófonos, gafas y hasta una gorra "gatsby"

Gorra, gafas, bolígrafo (con grabadora) y carpeta. El equipamiento para quien quiera emular a uno de los personajes más enigmáticos del momento, tiene un precio: desde 387 euros. Imitar al excomisario José Villarejo está al alcance de personas sin experiencia en misiones encubiertas o de detectives profesionales.
Si usted tiene una tienda de artículos de espionaje, pocas ideas puede haber más tentadoras que la de replicar la indumentaria y los instrumentos de trabajo de alguien a quien se atribuye haber realizado grabaciones y escuchas por doquier. Así lo hizo Antonio Durán, jefe de La Tienda del Espía, que ha lanzado el "kit Villarejo" a partir de las primeras imágenes que se difundieron del excomisario acudiendo a declarar a los juzgados cuando aún estaba en libertad e intentaba ocultar en vano su cara tras una carpeta.
Esa imagen del expolicía, en prisión provisional desde noviembre de 2017, inspiró a Durán: un producto a la medida de alguien que pasó a formar parte del imaginario colectivo como el hombre capaz de acceder a todos los secretos. 
El denominado "kit Villarejo" esconde cámaras y micrófonos con una autonomía de grabación de dos y quince horas para un "uso profesional", integrados en las gafas o en los complementos. Entre ellos, un bolígrafo que registra la voz mediante un sistema capaz de estar inactivo, en modo ahorro de batería, mientras no percibe ningún sonido, y que basta conectar a un enchufe para recargarlo.
La idea surgió hace un año, entre la parodia y el "modus operandi" del agente encubierto que afirmó poder acabar con el Estado, una vez que Villarejo aparecía sin freno en las noticias.

Más medios
Aparte del kit básico, que cuenta con dispositivos para grabar solo audio y unas lentes de sol con efecto espejo en los laterales para ver lo que pasa a ambos lados de la espalda, el establecimiento ofrece un paquete de vídeo y otro "deluxe".
Aumenta en estos el precio (de 405 a 705 euros) y las prestaciones, ya que las gafas permiten ahora filmar a la vez imagen y sonido, junto al bolígrafo espía, la carpeta para guardar "documentos confidenciales" y la gorra "gatsby" que le caracteriza.
En esta suma de artilugios se busca la formación de "profesionales de la vigilancia, no del espionaje, por ejemplo, industrial", un método al borde la normativa.
Los clientes acuden porque necesitan una respuesta a un problema laboral, conyugal, afectivo o económico. Los usuarios explican el problema y los empleados de la tienda plantean la solución.
La ley permite "grabar las conversaciones en las que tú participes" de forma directa, no en calidad de tercero, pero también persigue a los que a través de un mal empleo de esa información puedan llegar a cometer un delito. Es el caso de utilizar la información obtenida para fines ilícitos como el cohecho, el soborno de funcionarios del que se acusa a Villarejo, además de por pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.
Pedir algo a cambio entra en el espacio del chantaje, de "la mafia pura", un terreno peligroso en el que deben valorar su gravedad los jueces.

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