Ejercitar la mente de un deportista, tan necesario como entrenar el cuerpo

Un entrenador junto a su equipo antes de un partido.
photo_camera Un entrenador junto a su equipo antes de un partido.

Ejercitar la mente, incluso con hipnosis, para “expresar la mejor versión de ti” en competición es tan necesario como entrenar el cuerpo, asegura el doctor Antonio de Dios, psicólogo y terapeuta del tenista malagueño Alejandro Davidovich, con quien trabaja en consulta para que su temperamento y sus emociones no le perjudiquen en la pista.
Contenido Esther Gómez

“Para un deportista de alto rendimiento, que tiene una exigencia increíble en su quehacer diario y una permanente tensión competitiva, la atención psicológica es muy importante y le beneficia porque le ayuda a conectar con sus recursos y a gestionar emociones que pueden ser limitantes como el estrés, la rabia, la frustración o la culpa”, explica el especialista.

El objetivo en este campo es “poner la mente en sintonía con el cuerpo” para lograr “la tensión corporal perfecta”, de manera que el cuerpo se pueda expresar técnicamente de la mejor forma posible y les permita realizar “un buen desempeño en su actividad”, apunta De Dios, que sabe bien de lo que habla porque él mismo fue deportista de alto rendimiento.

Para conseguir este equilibrio se “necesita contar con un muy buen enfoque a nivel profesional pero también con una vida muy ordenada” y recuerda que “los grandes deportistas expresan en el terreno de juego el orden que llevan en sus vidas” o, por el contrario, “el desorden, los traumas o las dificultades en lo emocional”.

 

EXISTEN DOS CAMINOS

Insiste el psicólogo en que es imprescindible cuidar ambos aspectos, el profesional y el personal porque “debajo del deportista de alto rendimiento hay un ser humano con los mismos conflictos y emociones que cualquiera de nosotros”. Ante quienes compiten a este nivel “se abren siempre dos caminos: uno, aquel en el que la mente te quiere librar de aquello que es un reto y que te asusta, el del miedo; y otro, el de tus recursos y tus capacidades, el que te permite sacar lo mejor de ti y superarte”, detalla.

“Aunque el camino directo y el más automático para la mente es el de escapar”, plantea De Dios, el objetivo del entrenamiento y la atención psicológica a un profesional de élite es “ayudarle a construir su seguridad y su confianza” para que el miedo no gane la partida.

Quienes compiten deben ejercitarse para encontrar el equilibrio, ese “estado de flow” que les lleve a alcanzar “el rendimiento óptimo”, que no es otra cosa -señala- que “una mezcla entre relajación y tensión” y que en términos bioquímicos supone “tener la noradrenalina activada pero no disparada para no entrar en una situación de bloqueo”. A su juicio, “un deportista de alto rendimiento tiene una mente especial”.

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