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¿Qué alimentos deben estar en mi lista de la compra para lograr un peso ideal?

La compra saludable incluye alimentos frescos y poco procesados.
photo_camera La compra saludable incluye alimentos frescos y poco procesados.

Planificar la compra de alimentos es fundamental, será absolutamente necesario elegir de forma inteligente los alimentos convenientes de cada grupo.

 

Alcanzar un peso saludable es uno de los objetivos de salud más importante para muchas personas. Mantener el equilibrio entre las necesidades de alimentación y el gasto realizado del día a día no es una tarea fácil, de hecho, su reflejo en la báscula ocupa buena parte de las preocupaciones de salud.

Entrenarse en buenos hábitos de alimentación que permitan adecuar la energía aportada por los alimentos a las necesidades y características de cada persona incluye conocer los alimentos de calidad nutritiva para incluirlos en la compra y hacerlos protagonistas de la dieta.

Planificar la compra de alimentos es fundamental, será absolutamente necesario elegir de forma inteligente los alimentos convenientes de cada grupo. La cantidad de consumo será otro aspecto a considerar, así se recomienda raciones moderadas y frecuentes para los alimentos magros y con menos azúcares. Reservando porciones pequeñas y aisladas para los dulces y las bebidas azucaradas.

Para tener disponible los alimentos necesarios, la lista de la compra idónea estará reservada  en los primeros puestos por hortalizas, frutas, legumbres, pescados, carnes magras, huevos y lácteos (que pudieran ser moderados o bajos en grasa). Con estos alimentos se organizará de preferencia, las comidas principales del menú, cuidando que ocupen buen espacio del plato servido. 

Las alternativas más saludables de proteínas de calidad animales y vegetales, son variadas: Pescados y cortes magros y sin piel de diferentes carnes (pavo, pollo, cerdo y ternera). La provisión de legumbres deberá realizarse de forma tal que habas, lentejas, garbanzos, judiones, soja o guisantes estén en el menú semanal de 2 a 3 veces por semana como mínimo. Intenta un espacio en la alimentación cotidiana de al menos 2 veces como plato principal.

Las verduras, hortalizas y frutas ocuparán las preparaciones tipo entrantes, primeros platos y postres. La cantidad en la lista será proporcionalmente mayor al resto de grupos de alimentos ya que sus raciones recomendadas se orientan a 2 y 3 al día para hortalizas y frutas respectivamente. Los vegetales cortados y listos para cocinar o congelados, son también una buena forma de consumo. Las frutas desecadas y las congeladas son formatos prácticos para incluir en desayunos y meriendas.

Las harinas de cereales, las pastas, la patata y el arroz se añaden a la cesta de la compra mejor en su versión integral. En cuanto a la cantidad, deberán ajustarse en función del gasto energético y de la actividad física realizada. Arroz integral, harinas integrales y de grano entero, y los panes de grano entero resultan ideales para el desayuno y las comidas de las horas de mayor actividad física.

En cuanto a las bebidas, sin duda agua de preferencia. Postres elaborados con harinas y azúcar, miel, melaza, edulcorantes, pocas veces. Las opciones de calorías vacías tienen que ser las menos frecuentes por lo que su representación en la nevera y en la lista de la compra debe ser también menor. Opciones saludables para condimentar: huevos de aves, aceites, mostaza, vinagre, limón y hierbas aromáticas. Leche, queso, leches fermentadas moderadas en grasa, excelentes para desayunos y meriendas.

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