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La pandemia frenó en seco la llegada de peregrinos

La plaza de la Casa da Torre era en estas fechas un hervidero de peregrinos con sus mochilas que hacían cola para lograr una de las plazas del único albergue público de la villa
photo_camera La plaza de la Casa da Torre era en estas fechas un hervidero de peregrinos con sus mochilas que hacían cola para lograr una de las plazas del único albergue público de la villa
Esta semana abrieron apenas el 60% de los albergues con un aforo reducido optando la Xunta y la parroquia por no abrir aún los establecimientos que regentan en la villa

La presencia de peregrinos en las calles de Redondela es este verano casi la excepción, pese a que esta semana comenzaron a llegar los primeros caminantes de las rutas jacobeas del Camino Portugués y de la Costa tras el anuncio de la apertura de los albergues y de la frontera. En la villa, y según fuentes municipales, abrirán un 60% por los establecimientos, lo que significa unos 15 de los 25 existentes, permaneciendo cerrados, por el momento, la Casa da Torre, gestionado por la Xunta. 
Este visitante supuso el año pasado casi el 90% de las personas que recalaron en la villa e impulsó la apertura de albergues, que pasaron en poco tiempo de 2 a unos 25 establecimientos. Este año estaba previsto que con la proximidad del Año Xacobeo 21 fuese la temporada de oro del Camino Portugués y de la Costa. La pandemia del coronavirus, sin embargo, frustró todas las expectativas y en el primer semestre apenas siete mil personas discurrieron por estas rutas. 
El resultado es que este verano  poco más de la mitad de los albergues se atreverán a abrir sus puertas. Eso sí, todos cumpliendo las estrictas normas higiénicas y de prevención impuestas por la Xunta  y un aforo que no debe superar el 75% de sus plazas. 
El que por el momento no está previsto que retome la actividad será el de la Casa da Torre, dependiente de la Xunta. Una decisión que se debe a que en los lugares donde las plazas privadas para pernoctar supongan más de la mitad de las existentes, como es el caso de Redondela, se dará preferencia a la apertura de albergues de este tipo. Si hubiera falta de camas, se abriría las instalaciones de la Casa da Torre. 
Tampoco abrirá sus puertas el albergue de la parroquia de Santiago de Rendondela, que según explica el párroco "no puede asumir los gastos de mantenimiento con el aforo que podemos tener". La situación podría cambiar según avancen las semanas, ya que reconocen que tienen algunas reservas, estando previsto que "se dé preferencia a los grupos, ya que es mucho más fácil gestionar su estancia". 
El otro lado de la moneda es el albergue "A Casa da Herba", situado en una de las plazas más bonitas de la villa. Desde este establecimiento, con 28 plazas de las que abrirán sólo el 75%, el objetivo es "intentar dar servicio a los peregrinos que lleguen a Redondela. Hemos reforzado todas las medidas de higiene y seguridad sanitaria y cerrado la cocina porque era casi imposible poder gestionar esta situación". Por el momento, las reservas que tienen es de peregrinos procedentes de diferentes puntos de España. 
Una situación anómala para ellos, acostumbrados a recibir a más del 60% de su hospedaje de otros puntos del mundo. Pese a que las reservas aún no son muchas, esperan "que aumenten con el paso de las semanas, tenemos bastantes llamadas y solicitudes de información".
Uno de los mayores escollos que se han encontrado los gestores de los albergues fue "la falta de información. Había mucha incertidumbre. No había una normativa y estábamos todos a la espera", asegura Patricia. 
Precisamente esta incertidumbre y el reducido aforo de su establecimiento una vez aplicada la reducción del 25% fue lo que llevó a Germán Rubín a decidir "no abrir.  La situación es difícil, nos hubiera gustado servir a los peregrinos, pero es imposible en estas condiciones". 
Otro tanto sucede en la cercana población de Arcade, ya en Soutomaior, donde en el albergue Lameiriña "no retomaremos la actividad esta temporada. Todos los servicios son comunitarios y así es imposible cumplir con la normativa que nos exigen. Es algo inviable para nosotros".  

El peso de los caminos
El peso de los peregrinos en la actividad turística de Redondela es innegable al confluir en la villa los dos caminos y ser fin de etapa. En esto las cifras son claras. Hace cuatro años el número de peregrinos que pasaron por la villa, donde confluyen dos de los caminos que más están creciendo en los últimos años,  fueron 60.000, cifra que en el 20018 ascendió a 80.000 y que el año pasado llegó a los 90.000 peregrinos.   

Los primeros: nacionales y algunos portugueses

EL Camino, en sus dos opciones, atraviesa el centro de la villa.

Desde la Asociación de Empresarios de Redondela la reapertura del Camino de Santiago "ha sido la buena noticia de la semana para muchos de los establecimientos de hospedaje y  restauración de la localidad". El inicio de la actividad estará apoyado con el material identificativo del proyecto puesto en marcha por la Dirección General de Comercio,  que identificará a los establecimientos asociados que se han adherido a la Red de Comercio no Camiño, un material que será repartido en breve entre los 15 albergues que han abierto ya sus puertas en la villa de los viaductos. 
En estos primeros días de reapertura ya han comenzado a verse los primeros peregrinos en la localidad, pequeños grupos de caminantes, en su gran mayoría nacionales que habían iniciado el camino en Tui, a los que se sumaron a partir del pasado miércoles los primeros portugueses tras la reapertura de la frontera con el país vecino.  El esfuerzo emprendedor de los últimos años, en los que ha aumentado significativamente las plazas de alojamiento en la localidad, se ha visto muy afectado ya que han quedado atrás períodos claves para su actividad como la Semana Santa, unos días de gran movimiento. Pero también la hostelería de Redondela, especialmente la emplazada en el casco urbano, se ha visto afectada por la ausencia de este turista, vital ya para la viabilidad de muchos establecimientos de localidad. 


 

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