comarcas

Una madre pide que permitan que su hijo estudie en casa

Graciela podría estar en riesgo si su hijo se contagia
photo_camera Graciela podría estar en riesgo si su hijo se contagia
 El inicio del curso supuso para Graciela y su familia el comienzo de su lucha contra una administración que “no aplica el sentido común y trata cada caso con sus particularidades específicas”.

Y es que se encontró ante la disyuntiva de enviar a su hijo a clase “y enfrentarme a la posibilidad de contagio con mi sistema inmunológico debilitado como consecuencia de una grave enfermedad para la que en este momento no hay cura” o que no asistiera de forma presencial, decisión que tomaron finalmente y por la que el centro le abrió un expediente de absentismo escolar que les ha supuesto un nuevo calvario que sumar al de la propia enfermedad. La  Xunta decidió recientemente que una comisión interdisciplinar será la encargada de analizar cada caso por separado. Varias familias ya habían hecho llegar su preocupación ante la apertura de expedientes de absentismo de niños con causas justificadas por enfermedad de sus familiares, ya que como explica Graciela, que prefiere mantener el anonimato para evitar que su hijo sea perjudicado, “hay solución ya que  existen los mecanismos y las herramientas técnicas para que nuestros hijos puedan seguir el curso sin asistir a las clases. Sólo se necesita voluntad de aplicar esa solución”. 

La decisión de no enviar al niño al colegio fue tomada  “tras hablarlo con mis médicos especialistas y el de Familia que redactaron un informe explicando las causas por las que no debía ir mi hijo al colegio, por lo que decidimos no exponernos a ningún riesgo y no llevar al niño a clase”. Además, antes expusieron el caso a la profesora del menor. La respuesta “por parte de la tutora de mi hijo fue de dar todo tipo de facilidades, hubo una total empatía, y quedó más que demostrada su vocación como  profesional mostrando una verdadera preocupación por como evaluarlo y hacerle un seguimiento a través de tutorías o de cualquier otro recurso telemático, siempre que tuviese el visto bueno del centro. También sentimos calor humano”. Completamente opuesta , según recuerda ahora, “fue al trato recibido por la dirección del centro.  Por parte del equipo directivo sentí una total incomprensión. No fui tratada como una persona a la que hay que dar una solución, me sentí como un problema para ellos”.

 Pese a todas las reuniones y encuentros con responsables del centro y de la Inspección escolar,  el 20 de octubre Graciela y su marido son citados en el colegio para iniciar el expediente de absentismo escolar. Esta familia no podía creer lo que estaba sucediendo. Pero en cuestión de unos días tenían claro que “la dirección del centro se había declarado incompetente para tomar ninguna otra medida que no sea la de pasarle la patata caliente a otro órgano administrativo. Por su parte, el jefe de Inspectores de la provincia de Pontevedra nos explica que esta situación no estaba contemplada por la Xunta. Se nos emplaza a esperar y nos recuerdan que tienen un plazo de tres meses para hacerlo”.Una cosa que Graciela deja clara desde un primer momento es que “mi hijo no está en situación de abandono, estamos siguiendo el temario y le acompaño en sus estudios, contando con el apoyo de un tío suyo que es profesor. 

El caso de esta familia “afecta a otras muchas”, que se han encontrado con “muy poca voluntad de interpretar las normas con sentido común. Hay margen legal para aplicar soluciones a casos como el mío y el de otras muchas familias.  Hay recursos suficientes para que las faltas de asistencia de mi hijo estén justificadas,  recursos telemáticos y voluntad por parte de su profesora para que esto se hubiese resuelto desde el inicio de curso”. Lo único que pide es encontrar una salida viable en la que se tengan en cuenta  “las recomendaciones médicas”. Para ello sería necesario “aplicar el sentido común.  

Te puede interesar