Javier Bas ganó las elecciones, pero se quedó a unos centímetros de la mayoría absoluta. En dos ocasiones anteriores logró convertirse en alcalde, no así en la tercera, en la que optó por abandonar la Corporación tras la investidura de la socialista Digna Rivas, y tomar la puesta del Congreso de los Diputados. Tras desandar el camino, está en el mismo punto. Prefiere no hacer declaraciones y dejar que las cosas vayan aclarándose, pero reconoce que no tiene ninguna certeza sobre lo que puede pasar el día 17, en la sesión de investidura.
“No está en mis manos, solo queda esperar y ver”, señalaba ayer sin entrar en el fondo del asunto, tras conocer que el PSOE ha descartado un cambio de candidato, como exige AER, que rechaza de plano a Rivas como alcaldesa. El BNG tampoco parece feliz con la propuesta de AER. En estas condiciones, si todo sigue igual, el día 17 Javier Bas será alcalde por tercera vez, aunque en minoría, igual que en los ocho años en que estuvo al frente del Concello redondelano. La única posibilidad de que no sea así es un acuerdo para sumar un concejal más que el Partido Popular, y eso pasa por que PSOE, BNG y AER se pongan de acuerdo en un candidato, lo que a día de hoy no ocurre. La agrupación de electores redondelana votó a favor de Digna Rivas hace cuatro años, pero el acuerdo saltó por los aires un año después.
