redondela

Guerra sin cuartel a las invasoras

El sistema que emplean es completamente ecológico y permite actuar sin dañar a especies autóctonas
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La Mancomunidad de Montes de Mosocos inició una campaña para reducir el número de acacias,  principalmente en la fraga del Barragán con sistema ecológico y no invasivo, limpiando también los caminos de toda la parroquia
nnn Los montes de la Mancomunidad de Moscoso luchan por  frenar la expansión de las plantas invasoras. Desde hace algunos meses, se han puesto manos a la obra y han iniciado una guerra sin cuartel para erradicar las acacias que se han hecho dueñas y señoras de gran parte de la superficie y que, peligrosamente, se adentraban en la fraga do Barragán, encontrándose ya algunos ejemplares cerca del río. 
El sistema que utilizan es inocuo para el resto de plantas y animales y busca “evitar que vuelvan a reproducirse. Esta especie tiene la característica de rebrotar cuando la cortas, es como si cuando se siente en peligro se reproduce surgiendo nuevas plantas”, explica Álvaro M. Leira, presidente de la mancomunidad. 
Para evitar este problema, que hacía casi imposible hacer desaparecer las acacias, están implantado un sistema mucho más novedoso aunque también, más laborioso y duro. “Lo que hacemos es pelar la parte de debajo de la planta y dejarla que se vaya secando, es un proceso que puede durar un año, pero que impide que se multipliquen como pasaba antes”. Hasta el momento el objetivo es poder controlar su expansión en una superficie de 200 hectáreas, que servirán como laboratorio de pruebas para conocer la eficacia del método y la posibilidad de extenderlo al resto de los montes.
Los trabajos de erradicación de esta invasión vegetal comenzaron en las zonas donde aún n o se habían adueñado del terreno. Una de ellas eran las riberas del Barragán, que discurre por una de las mayores fragas de bosque autóctono de Galicia, con cien hectáreas de robles y otras especies arbóreas que han sido arrinconadas por el eucalipto en el resto de la comarca.  
Las brigadas que trabajan desde hace algunos meses para erradicar las acacias cortan cerca de un metro de la cáscara de la planta “y vigilamos el proceso. Lo que estamos viendo es que la planta no reacciona y termina secándose”, explica Álvaro, que recalca que en ningún momento usan químicos ni métodos agresivos con el medio. Este sistema ya se aplicó con éxito en Portugal y en algunas zonas del área de Vigo, como el monte de A Guía y en las islas Cíes. 
Además de luchar contra las invasoras, la Mancomunidad de Montes de Moscoso se ha propuesto recuperar el entramado de caminos que surcan la parroquia y que con el paso del tiempo estaban impracticables. Hasta el momento llevan ya 30 kilómetros limpios y transitables, en los que han sido retiradas también las piedras de los muros que por el paso del tiempo habían caído. Álvaro asegura que “además de facilitar el acceso de los medios de extinción en caso de incendio, es una forma de recuperar un patrimonio cuyo abandono es perjudicial para todos”.
  El mantenimiento será, a partir de ahora, “mucho más fácil. Es algo que deberían hacer todas las mancomunidades”. Y es que este hombre, conocedor de cada palmo de los montes de su parroquia, está convencido de que el futuro de los pueblos de la comarca pasa por defender y apostar por un legado que en estas tierras aún se mantiene pese a la despoblación y la falta de apoyos. n    

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