La camisa de Dalí, de museo

El stand en el Museo del Traje en Madrid, con camisas de la época y las campañas publicitarias.
photo_camera El stand en el Museo del Traje en Madrid, con camisas de la época y las campañas publicitarias.

El Museo del Traje dedica un stand a la pieza más conocida de la empresa redondelana Regojo. La producción de la compañía alcanzó el millón de camisas vendidas en un año en la década de 1970

La Camisa Dalí se ha convertido en un artículo de museo. El Museo del Traje de Madrid acoge este mes una muestra, comisariada por Lydia García, sobre la pieza más conocida de Confecciones Regojo y que nació gracias a una negociación de Pedro Regojo, que acababa de llegar a la dirección de la empresa familiar, con Salvador Dalí.

La alianza, y la camisa, se presentó en el Salón Nacional de la Confección en Barcelona en el año 1963 y marcó un hito en la industria textil española. Esta colaboración colocó a Confecciones Regojo como tercer grupo textil a nivel español y la producción subiría hasta el millón de camisas vendidas en un año en la década de 1970. 

Regojo se convertía en la empresa de textil más importante de Galicia hasta la llegada de Inditex, llegando a confeccionarse hasta 5.000 camisas diarias para abastecer tanto el mercado nacional como el internacional. Este logro generó empleo para más de mil personas y supuso un potente motor socioeconómico para la zona.

La muestra reúne diferentes modelos de la camisa y también las campañas publicitarias de la época que acompañaron al lanzamiento y momentos posteriores durante los años de vida de la camisa.

La comisaria explica que fue el propio Pedro Regojo “recién salido de la universidad, con ganas de trabajar y dotado de esa agudeza comercial familiar, que le comentó al periodista de La Vanguardia y amigo personal, José Antonio Irurozqui, la necesidad que tenía de buscar un personaje célebre para poder llegar al máximo número de clientes” y el periodista le propuso Salvador Dalí al que conocía personalmente.

Además de la camisa, Dalí dio nombre al tejido, de algodón egipcio jumel mezclado con poliéster, gracias a la adquisición de una patente alemana, que logró poner en valor la novedad de reducir el tiempo de planchado.

En una charla en el Círculo de Empresarios de Galicia, en Vigo, hace unos años, Pedro Regojo contó que  “hice una gran amistad con Dalí” y que el contrato fue de 125.000 pesetas y una peseta por camisa vendida para el pintor. Cada año se reunían en el Hotel Ritz de Barcelona para hacer cuentas. 

La exposición da a conocer al gran público uno de los primeros fenómenos de moda masculina para masas y la vinculación entre arte, moda y publicidad.

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