"El objetivo es recuperar el la playa de Cesantes, que es un arenal natural que se encuentra en la Red Natura 2000 y que se había degradado de forma notable", aseguraba el concejal de Medio Ambiente, Roberto Villar, de la Agrupación de Electores. La decisión de no retirar las algas -se mantiene una retirada semanal- se tomó "después de asesorarnos con investigadores y ecologistas. Nos hemos basado en los estudios de varias universidades, entre ellas la de Vigo, y llevamos desde el año pasado trabajando en este proyecto", manifestó.
Esta medida se sumará a la retirada de las plantas invasoras que han encontrado en las zonas dunares un lugar de asentamiento. "Para ello queremos esperar a que salga alguna ayuda europea. Antes se desbrozaba la duna, algo que creemos es perjudicial. Nosotros lo que pretendemos es recuperar la playa y la biodiversidad", aseveró.
Por su parte, desde la asociación Ecoloxistas en Acción aplauden la decisión como forma de regenerar los arenales, manifestando además su deseo de que otros municipios de la ría de Vigo la adopten también. Recientemente la bióloga de este colectivo, Ana Prado, recorrió la playa de Cesantes con el edil para ver los cambios que se están produciendo en la zona.
Retira Villar, apoyándose en los estudios, que retirar las algas de las playas "supone eliminar un pilar básico para el mantenimiento del ecosistema litoral. Las algas no son basura".
La nueva política medioambiental se ha convertido en los últimos días en uno de los temas que encienden las redes sociales del Ayuntamiento. La decisión de no retirar las algas parece que no ha gustado a todos los vecinos y los comentarios contra esta medida llenan algunos de los post informativos en la página oficial. También desde el BNG ha dirigido un escrito a la alcaldesa, Digna Rivas, en el que piden que revisen el sistema implantado este verano ya que, según los nacionalistas " vai contra o dereito da veciñanza a desfrutar de espazos públicos de calidade”.
En los días que se lleva aplicando este sistema "ya se ha notado alguna mejoría", aseguró Villar, quien apuntó la recuperación de alguna colonia de las pulgas de las algas, especie que había desaparecido del arenal de Cesantes. Para la bióloga de Ecoloxistas en Acción este proceso de “ autolimpeza” periódico es fundamental para el mantenimiento de la biodiversidad, pues una playa sin algas es una playa muerta. La aportación de nutrientes, proveniente de este proceso natural, no solo es devuelto al mar, además, con las mareas vivas, muchas algas se acumulan en los límites dunares o bien son transportadas por el viento, una vez secas, hacia su interior, acercando los elementos esenciales para la supervivencia de la vegetación de las dunas, ecosistemas muy frágiles, en preocupante peligro de desaparición, y que precisan ser conservados y restaurados.
Los métodos de limpieza con maquinaria pesada retirando todo el material acumulado en la costa, que el año pasado en Cesantes supusieron 750 toneladas de algas, "son agresivos también con el medio físico, pues no solo suponen una mermar directa de arena, sino que además inciden en la pérdida por erosión". El cambio de sistema de limpieza, pasando de los métodos mecánicos a los manuales, es para este colectivo ecologista el aconsejable para el mantenimiento de la biodiversidad de la playa de Cesantes.
