La noria tiene tirón entre los vigueses y la posibilidad de contemplar la ciudad y la Ría desde las alturas hace que ni el frío ni las colas hagan mella en los candidatos a volar a más de cincuenta metros de altura. Una aventura inigualable no apta para cardiacos ni para los que tienen miedo a las alturas. La recompensa es disfrutar de una de las mejores vistas de Vigo y su comarca, si el tiempo lo permite, como estos días en los que el sol acompaña en este viaje sideral.
NAVIDAD EN VIGO
Todos quieren ver Vigo desde las alturas de la noria
