Noria, mercado y calles del centro, a tope de visitantes

 Después de la avalancha de personas en el centro de la ciudad durante el Día de la Constitución, la afluencia de vigueses y turistas durante el segundo día del Puente se mantuvo hasta los topes. Vigo se consolidó una nueva jornada como epicentro de la Navidad desde primera hora de la mañana, esta vez, con todos los comercios abiertos al público. Restaurantes, tiendas, cafeterías fueron de nuevo los lugares favoritos para tomarse un descanso antes de continuar recorriendo las calles decoradas con el alumbrado navideño todavía sin encenderse, aunque ante la gran presencia de turistas tanto el Árbol de Navidad de Porta do Sol, la Praza da Constitución o la lámpara veneciana de Colón con Policarpo Sanz se encontraban iluminadas durante la mañana. 

En cuanto a las novedades de esta campaña navideña, la noria gigante de 54 metros de altura y el Mercadillo Navideño “Cíes Market” en la Alameda, durante todo el sábado recibieron de miles de personas, con los más previsores acudiendo cuando aún no había anochecido. Y es que el viernes, Día de la Constitución, esa zona céntrica de la ciudad se vio colapsada, con colas de hasta dos horas para hacer con un billete y poder viajar en la noria. “Vinimos directos hasta la noria el viernes por la tarde, pero teníamos a tanta gente delante que decidimos dejarlo para esta mañana. Había por delante como dos horas de cola solo para poder comprar el billete”, indicó Amanda, una joven de O Rosal que pudo montarse ayer junto a su grupo de amigos. La noria está siendo todo un atractivo turístico en estas fechas, llegando a generar cerca de 50.000 euros de caja entre las 20 y 23 horas, su hora punta.  
La Navidad en Vigo también animó a los visitantes a recorrer los más de 50 puestos de artesanía y gastronomía situados en la Alameda, atrayendo a multitud de personas desde la ‘‘hora del vermut”. El Puente es todo un revulsivo para la facturación del pequeño comercio local, así como para los establecimientos de hostelería, donde se generaron incluso listas de espera para las comidas y cenas en todo el Casco Vello. A lo largo de la tarde y noche, Príncipe, Policarpo Sanz o Urzáiz reunieron a familias, parejas y grupos de amigos recorriendo cada esquina del centro de Vigo para empaparse del espíritu navideño que mantiene llenos los hoteles situados en el corazón de la ciudad. “Estamos en una pensión de Nigrán porque fue imposible encontrar habitaciones en Vigo. Está todo a reventar”, indicó Laura, natural de Ponferrada. 

Dos horas de cola en la noria

La noria gigante situada en el cruce de Colón con la calle Areal no deja indiferente a los turistas que pasan el Puente de la Constitución en la ciudad. En estos días, a partir de la tarde, se generan colas de hasta dos horas para comprar billetes. 

Los visitantes del mercadillo de la alameda y la noria durante el puente

“Vinimos hoy de forma expresa para verlo todo”

Dani, Lidia y las pequeñas Carla y Nuria llegaron ayer desde Ferrol para pasar el día y visitar la Navidad viguesa. “Vamos a montar en la noria primero y después recorreremos el centro”, señalaron. 

“Burgos está lleno de carteles para anunciar Vigo”

Consuelo es de Burgos y visitó a las viguesas Belén y Carmen. En la cola de la noria indicaba que “el barrio de Gamonal (Burgos) está lleno de carteles anunciando la Navidad de Vigo, es una maravilla”. n

“Intentamos subir a la noria el viernes pero fue imposible”

José Luis, Daniela, Aitana, Antonio, Yolanda y Amanda son de O Rosal y tras no poder montar el viernes en la noria, lo hicieron finalmente ayer. “Había dos horas de cola para montar”, recordaron. n

“La iluminación y todo lo demás es muy espectacular”

Ángel, Carmen, Pedro y Rosa disfrutan del Puente en Vigo antes de volver mañana a Madrid. “El mercadillo tiene mucha gastronomía y el despliegue de luces es algo espectacular”, indicaron. n

“Con el mercadillo se disfruta mejor de la Alameda”

Andrea, Marisol y Floren son de O Calvario y trajeron a sus familiares para ver las luces: “Nos dicen que les invitemos y por eso ya los trajimos al mercadillo. Es lo mejor, se disfruta más de la Alameda”. n